Fuente: Voz Populi
La parada de la central nuclear de Cofrentes va a provocar que la compra de energía de la Comunidad Valenciana fuera de su territorio se acentúe. La dependencia en la generación de electricidad de la planta de Cofrentes es aún muy elevada y es urgente la mayor implantación de las energías renovables.
La Comunidad Valenciana arrastra ese problema que no ha sido capaz de atajar en las dos últimas legislaturas del Gobierno autonómico presidido por Ximo Puig.
Gran parte del atasco en las renovables se produjo por las desavenencias dentro de Compromís (que dirigía este departamento del Consell) entre los partidarios de establecer grandes plantas solares o eólicas y aquellos que apostaban por pequeñas comunidades con menor tamaño y extensión de las instalaciones.
En cualquier caso, la realidad del mapa energético valenciano indica que a día de hoy la central nuclear de Cofrentes supone el 43,9% del total de la producción autonómica.
En términos absolutos, según los datos de Red Eléctrica, en Alicante, Valencia y Castellón se consumieron durante el año pasado un total de 27.126 Gigavatio-hora (GWh) de los que que 18.937 GWh fueron generados en la región (apenas un 5% más que en el ejercicio anterior).
Las energías renovables superan por poco el 16% del total de la energía generada en la Comunidad Valenciana, muy lejos de los objetivos europeos y con sólo tres autonomías con menor implantación en su territorio como es el caso de Cataluña, Baleares y País Vasco.
El 30,12% restante de la energía que se ha consumido en la Comunidad Valenciana tuvo que ser importada desde centrales de generación de otras regiones del territorio nacional.