Fuente: El Economista
La industria reclama una mayor capacidad de acceso a la electricidad para poder desarrollar sus proyectos. Las compañías eléctricas cuentan en estos momentos con peticiones de acceso para nueva capacidad que ascienden a cerca de 6.000 MW a las que les cuesta dar respuesta por la necesidad de llevar a cabo nuevas inversiones que ahora tienen limitadas por ley.
Para poder impulsar estos desarrollos industriales que las empresas tienen ahora mismo sobre la mesa, el sector ha planteado al Gobierno un incremento de la capacidad de acceso para los 64 polos industriales repartidos por toda la geografía española.
La intención sería emular las medidas que ha adoptado Francia para impulsar su industria. El Gobierno galo ha identificado sus 50 grandes polos industriales del país para ayudarles en su transición energética mediante un plan de inversiones anticipadas que permitirán apoyar a la industria en este desafío.
La red eléctrica de nuestros vecinos conectará los principales polos industriales franceses, acogiendo entre 13 y 15 GW de demanda industrial (electrificando la industria existente y nueva industria net-zero local) y otros 3-5 GW de centros de datos. Así, el plan francés contempla un aumento de la demanda eléctrica de 20 GW.
En el caso español, la medida que ya fue propuesta en la anterior revisión de la planificación vuelve ahora a escena para el diseño del futuro escenario 2025-2030.
Demanda real
Fuentes consultadas por este diario indican que un cálculo adecuado y acompasado al crecimiento real de la demanda será un aspecto clave para poder llevar a cabo las inversiones necesarias sin perder oportunidades industriales. No obstante, lamentan que el Ejecutivo ya haya perdido una primera oportunidad de facilitar el desarrollo de proyectos vitales para algunas regiones y de tecnología punta al haber descartado esta medida en la revisión anterior.
La revisión de la planificación eléctrica -previa a la nueva Planificación que se tiene que aprobar para el próximo período 2025-2030- suponía una oportunidad para incrementar la capacidad de la red eléctrica facilitando la conexión de nueva demanda asociada a proyectos de descarbonización de la industria, así como la instalación en España de data centers, una de las grandes oportunidades económica que diferentes comunidades autónomas esperaban poder aprovechar en el corto plazo, entre ellas, Madrid, Aragón o Cataluña.
Esta actuación española contrasta con el enfoque del resto de las economías europeas, que compiten con España para la atracción de inversiones asociadas a la electrificación y descarbonización de las economías.
La revisión de la Planificación española contaba con casi 1.000 millones de los Planes de Recuperación para la financiación de nueva capacidad de conexión, pero el Gobierno decidió utilizar únicamente 500 millones para financiar principalmente proyectos de conexión de nueva generación, con apenas hueco para nueva demanda solamente en la red de transporte y limitada a algunos proyectos de hidrógeno de grandes compañías.
Según el regulador europeo de la energía, ACER, la inversión necesaria en redes debe incrementarse en un 82% entre 2022 y 2050 para pasar de los actuales 32 euros/ MWh a cerca de 60 euros/ MWh en el 2050.
Según Eurelectric, escalar las inversiones en la red requiere un esfuerzo dual. Las autoridades nacionales deben implementar la legislación acordada, como las inversiones anticipatorias, mientras adaptan el régimen regulatorio para apoyar el aumento de la inversión. Esto significa eliminar los límites de inversión, agilizar los procedimientos de permiso y adquisición de la red y reducir los riesgos de inversión para fomentar la financiación privada, al tiempo que se abre la financiación pública a través del presupuesto de la UE.
El Clean Industrial Deal -que se espera que se presente antes del próximo 10 de marzo- se convierte así en la oportunidad ideal para ofrecer incentivos a la electrificación, como la creación de un banco de electrificación, zonas de electrificación acelerada y mecanismos de reducción de riesgos para los acuerdos de compra de energía a largo plazo.Solo en esta década, se necesitan inversiones por valor de 584.000 millones de euros para las redes eléctricas, con una parte sustancial en las redes de distribución.
El 40 % de las redes de distribución europeas tienen más de 40 años. La Comisión Europea considera fundamental que se ejecuten rápidamente los 85 proyectos transfronterizos de transporte, almacenamiento y red inteligente de electricidad incluidos en la lista de Proyectos de Interés Comunitario de 2023.
Una inversión de 52.360 millones hasta 2030
El Gobierno se prepara para acelerar la inversión en redes eléctricas durante los próximos años. El departamento que dirige Sara Aagesen, tiene previsto que se destinen 52.360 millones hasta 2030. Para lograr alcanzar esta cantidad, el Ejecutivo tendrá que triplicar el límite a la inversión actual puesto que se acumula un retraso importante, de casi el 80%, que no se ha invertido en el periodo actual por los topes a la inversión.
En el borrador de nueva Planificación energética, al que ha tenido acceso ‘elEconomista.es’, Transición Ecológica expresa su disposición a elevar dichos límites pero advierte que mantendrá la vigilancia para contener los peajes. De este modo, el Ejecutivo quiere acompasar la inversión en redes al incremento real de demanda para evitar una subida del recibo de la luz de los consumidores. Se espera incrementar con carácter general el volumen de inversión máximo como porcentaje del PIB hasta un valor que se considere suficiente para atender las necesidades de red previstas.