Fuente: Voz Populi
Los españoles afrontaron el último invierno con una alza de los precios del gas, con un gran impacto en su factura eléctrico y un plan del Gobierno para ahorrar en energía para no estresar el suministro. España afronta el segundo invierno con guerra en Ucrania con los almacenamientos de gas al máximo, unos precios de la luz altos pero estabilizados y un plan de medidas que, hasta el 31 de diciembre, contienen las facturas de los consumidores. Aunque no todo son buenas noticias y el ‘castigo energético’ ya se espera que llegue por otra vía: el petróleo.
El precio del barril de Brent, la referencia europea que se tomó un descanso en el primer semestre de 2023, es la gran preocupación. El mercado corrige las previsiones de precios del crudo para 2023 que maneja el Gobierno. Los analistas de Bank of America esperan que el barril de Brent cierre el año en 96 dólares, frente a los 85,91 dólares del cierre de 2022, mientras el Ejecutivo español presentó en marzo la Actualización Programa de Estabilidad con una estimación de 89 dólares el barril.
Esto supone un encarecimiento de toda la economía, desde los 3.150 millones de dólares más que tendrá que pagar España por sus compras de petróleo al aumento de los carburantes. El precio de la gasolina 95 está un 2% más cara que hace un año tras 12 semanas consecutivas de subidas y el diésel, pese a que es un 9% más barato que en octubre de 2022, mantiene una línea ascendente en línea del alza del barril del petróleo.