Fuente: Expansión
La industria de energía eólica marina de China ha alcanzado otro hito después de que uno de sus grandes fabricantes haya anunciado sus planes para construir una turbina con aspas casi tan altas como la Torre Eiffel.
La responsable es la empresa Ming Yang Smart Energy Group que planea desarrollar una turbina de 22 megavatios con un diámetro de rotor de más de 310 metros, confirmó un portavoz de la compañía a Bloomberg.
Esto obligará a la empresa a colocar los ejes de las turbinas lo suficientemente altos para garantizar que las palas no se hundan en el agua, lo que hará que las puntas de las aspas alcancen casi los 330 metros de altura de la emblemática torre parisina.
La mayor dimensión del aerogenerador permitirá aprovechar un área de barrido más grande. Esto aumenta la cantidad de electricidad generada en una sola rotación y reduce los costos de los desarrolladores eólicos al requerir instalaciones menores para la misma capacidad.
Ming Yang presentó su nuevo diseño el miércoles y planea construir la primera de ellas en 2024 o 2025, dijo la compañía. En enero, la empresa adelantó sus planes de construir una turbina de 18 megavatios y 140 metros de diámetro que en ese momento era la más grande del mundo.
A una velocidad media anual del viento de 8,5 metros por segundo, cada una de estas turbinas pueden generar 80 GWh de electricidad al año, suficiente para abastecer a 96.000 viviendas, al tiempo que reduce las emisiones de CO2 en 66.000 toneladas.
Poco después, la carrera de las empresas eólicas chinas por construir el mayor generador le arrebató este récord. La compañía China State Shipbuilding Corporation (CSSC) Haizhuang Wind Power anunció el desarrollo de otra más grande.
Se trata de la turbina H260-18MW, con 18 MW de potencia unitaria y las palas más grandes del mercado y, por tanto. el mayor rotor con 260 metros. Esta será superada por el nuevo modelo de Ming Yang.
La compañía china también presentó esta semana un nuevo aerogenerador terrestre de mayor tamaño con 11 megavatios de capacidad y aspas que pueden cubrir un área de seis campos de fútbol. El problema será exportarlas, ya que su tamaño es demasiado grande para algunos mercados, donde será difícil que cuenten con los permisos debido a las restricciones logísticas.