Fuente: Xataka
La situación con el precio de la luz ha cambiado. Si la escalada del año pasado nos llevó a decir que el PVPC no era la opción más barata, ahora ya no está tan clara la diferencia. Hemos preguntado a expertos cuál es su recomendación para conseguir la mejor tarifa de la luz de cara a 2023, cuáles son las ventajas e inconvenientes del mercado regulado y cómo puede evolucionar el mercado eléctrico en los próximos meses.
El PVPC ha empezado 2023 con el mejor precio en años. Enero ha sido el mes más barato en dos años para los nueve millones de clientes de PVPC en España. Según datos de Red Eléctrica, desde primavera de 2021 que no teníamos un precio tan bajo. El buen momento del mercado regulado en este inicio de año contrasta completamente con lo que veníamos viendo desde hace muchos meses. De hecho, el PVPC ha conseguido ser significativamente más económico que las mejores tarifas del mercado libre.
“Se puede ver que la tendencia es a la baja desde el máximo del pasado agosto. En diciembre hubo un leve repunte, pero la tendencia es a la baja. Si comparamos la factura de enero, nos sale unos 64 euros. Es una factura normal-baja para lo que era un enero de PVPC de antes de la pandemia y la guerra”.
Desde marzo de 2021 que el precio de la luz en el mercado regulado no era tan bajo. Si lo comparamos con el mes de diciembre, la bajada del precio de la luz en la tarifa regulada en enero ha sido de más del 25%, según cálculos de FACUA.
Qué ha cambiado. Es una combinación de buenas noticias lo que ha permitido que el precio de la luz haya bajado tanto. En primer lugar tenemos que el precio del gas ha dado un respiro. Atrás quedan los precios históricos, cuando en marzo llegó el gas a marcar 340 euros el megavatio hora. Ahora el principal índice europeo, el holandés TTF, se sitúa por debajo de los 60€/MWh.
Pero no solo es que el gas esté barato, sino que no hemos necesitado casi tirar de él. “Enero ha sido el mes de los récords”. Tanto la eólica, como la hidráulica y la solar han estado a pleno rendimiento, con la nuclear en su línea. En España el año ha empezado con mucho viento y lluvia, lo que ha supuesto una excelente noticia para el mercado energético.
Hasta primavera pinta bien. Aunque febrero no ha empezado tan bien, hasta primavera se espera un precio de la luz contenido. “En febrero han parado las lluvias y no hay tanta eólica. Estamos viendo precios de 125 o 130 en el mercado mayorista. Si no vuelve a hacer viento, seguramente estemos en este nivel. Enero es que puede que haya sido el más ventoso de la historia”.
“Aún así, estando en unos 120€/MWh es mucho mejor que no los 200. De cara a marzo-abril, vamos a estar a expensar del tiempo. Enero ha sido excepcional por la alta producción de renovables y también una reducción en la demanda a nivel industrial”, expone el experto en energía de Ingebau.
“El viento y el agua tienen una estacionalidad muy parecida. El mejor momento del año suele ser en primavera. En abril o mayo, cuando el viento sigue ahí pero el agua, con el deshielo, es cuando produce más. Y los embalses han cogido agua de todo el invierno. Si los embalses están llenos, el spot será barato”.
Los analistas no esperan sorpresas (ni en el tiempo ni en el gas). Es difícil predecir cuál va a ser el tiempo que haga los próximos meses. Pero las perspectivas de inicio son buenas. Salvo que haya una sequía importante, el nivel de los pantanos será correcto. “La clave será el momento en que empecemos a gastar. Allí habrá que ver si el aporte de energías renovables es interesante”, explica Berná.
Con el gas ocurre algo similar. Los futuros del gas para este 2023 apuntan a un precio estable de unos 60 euros hasta pasada la primavera. “Todavía casi el triple del valor que debería ser normal”. “Parece todo bastante estable, pero donde hoy es 60, mañana puede ser 10 o 200”.
Actualmente parece que el mercado global del gas está estabilizado, pero no se descarta un efecto contagio que haga variar precipitadamente las previsiones. Además de la guerra de Ucrania, todas las miradas apuntan a la vuelta de la demanda de gas por parte de China.
Es el momento del PVPC (al menos hasta verano). Es la pregunta que ningún experto quiere contestar. ¿Sale a cuenta pasarse al PVPC? Entramos en la futurología, ya que la situación puede cambiar mucho de un momento a otro. Sin embargo, sí parece que la tendencia del PVPC es a volver, al menos momentáneamente, a los precios competitivos.
“Depende de lo que busque cada consumidor. En una etapa pasada pues sí era lo más barato, pero ahora con la situación de Ucrania y demás incertidumbre, los precios pueden dispararse mucho. La indecisión es más grande, aunque aquel que lo entienda y no le preocupe estar saltando, pues quizás sí es el momento de estar 4 meses en el PVPC. Y luego en verano ya mirar”. “Sí creo que ahora es momento de pasarse al PVPC”.
“Salvo que las condiciones del gas cambien mucho, sí creo que puede interesar estar en el PVPC hasta pasada la primavera. Y luego ya quizás un fijo en verano, que supuestamente será más caro”, opinan desde Ingebau.
Los cálculos del Gobierno. Según las previsiones del ministerio para la Transición Ecológica, se espera que el coste medio de la electricidad para este 2023 sea de 207,88€/MWh, para 2024 de unos 129,66€/MWh y para 2025 de unos 78,19€/MWh. Son cifras lejos de los casi 500€/MWh en los que llegó a estar en 2022, pero por encima de lo que estamos viendo estos primeros meses del año.
Ahí, ahí. El precio del PVPC en enero ha sido considerablemente más bajo que la mayoría de tarifas del mercado libre. Si nos fijamos en la web de Simulador de Factura de Luz y colocamos los precios de enero, vemos que el PVPC y todas las compañías que basan sus precios en el mercado regulado han tenido una factura más baja que algunas de las mejores tarifas del mercado libre como las de las grandes eléctricas como Endesa, Repsol, Naturgy o Iberdrola.
Hay que decir por eso que enero ha sido una excepción. “Sí hay precios fijos que pueden batir el precio de ahora del PVPC”, respecto a la comparativa del PVPC en febrero respecto a las tarifas libres. “A nivel doméstico, casi siempre existen ofertas. Las que sí están fuera de juego suelen ser las pequeñas comercializadoras”.
Antes que cambiarse de tarifa, siempre se recomienda leer todas las condiciones, estudiar cuánto pagaríamos en nuestro caso con herramientas como el Comparador de Ofertas de Energía de la CNMC y estar atentos ante posibles penalizaciones por el cambio.
Por qué las eléctricas no bajan precios para competir. La batalla entre el mercado regulado y el libre por ofrecer el precio más bajo tiene muchos condicionantes. “El año pasado, cuando el PVPC estaba desbocado, las grandes fueron las únicas con margen para ofrecer buenos precios. Gracias a sus bilaterales y la generación propia”.
En los momentos que van mal las cosas, las eléctricas y sus precios fijos son un refugio, pero cuando las cosas van como deberían ir (sopla el viento, llueve y no hay que tirar en exceso del gas), el PVPC es la opción más económica ya que las eléctricas optan por mantener precios.
Y a la espera de la reforma. Por si fuera poco, el gobierno tiene pendiente una reforma del PVPC. La idea es que en vez de fijar un precio, se utilicen tres referencias más estables: mensual, trimestral y media anual. Esto ayudaría a reducir la oscilación del 27% al 17%, según explica el Ministerio para la Transición Ecológica.
Sin embargo, esta reforma del PVPC todavía no se ha efectuado. Y eso que “Europa les obligó a hacerla antes del 1 de octubre”
¿Qué impacto tendrá en los precios? Aquí hay disparidad de opiniones entre los dos expertos. Al eliminar la volatilidad el precio será más estable y se eliminarán los picos elevados, mientras que las previsiones y las medias suelen ser más conservadoras que el resultado final, por lo que se tenderá a redondear a la alza el precio de la energía.
El mercado eléctrico en España se divide entre quienes tienen una tarifa libre y quienes apuestan por el mercado regulado del PVPC. Históricamente el segundo había sido más económico pero todo cambió el año pasado. En este 2023 las cosas parecen volver a la normalidad, pero ya nadie se atreve a asegurar que vaya a ser así.