Fuente: Invertia
La caída de la generación eólica y la reducción de las horas solares está provocando una mayor necesidad de gas en todo el continente.
Vuelven las turbulencias al mercado del gas en Europa. El anuncio de Gazprom de cerrar el grifo a Austria, unido a un período de poca producción eólica y fotovoltaica, ha disparado las alarmas y el precio en el TTF, el índice holandés de referencia para los países de la UE, ha llegado a romper la barrera de los 47 euros/MWh.
“Los temores por la oferta reinan en los mercados energéticos europeos justo cuando comienza la temporada de poner calefacción en invierno. Los precios del gas europeo han subido por encima de los 45 euros/MWh y han encarecido todos los mercados de la energía”, analiza Norbert Rücker, director de Economía e Investigación de Próxima Generación del banco suizo Julius Baer.
Diversos acontecimientos están alimentando la incertidumbre y la ansiedad. El fenómeno meteorológico que los alemanes denominan como “Dunkelflaute” -la caída extrema incluso absoluta de la producción eólica en los meses de invierno- ha dominado en el noroeste de Europa durante las últimas dos semanas.
La generación de energía a partir de energías renovables ha sido baja y la generación térmica, especialmente las plantas de energía a gas, ha compensado el déficit. La llegada del clima frío ha aumentado la demanda de calefacción, lo que se ha sumado al consumo total de gas. Los niveles de almacenamiento han comenzado a caer un poco antes y más rápido de lo esperado.
La demanda de gas industrial y de las centrales eléctricas se mantiene en niveles estructuralmente más bajos. Las importaciones de gas natural licuado (GNL) del exterior deberían repuntar a medida que las terminales de Qatar y Estados Unidos regresen de su período de mantenimiento de octubre.
Aun así, los precios de gas en la UE siguen abriendo una brecha en la competitividad de su economía respecto a Estados Unidos. Mientras el índice europeo TTF se esfuerza por bajar de los 45 euros/MWh, en EEUU se están echando las manos a la cabeza porque su Henry Hub ha llegado a romper la barrera de los 3 dólares/MMBtu (equivalente a aproximadamente 9 dólares/MWh u 8,51 euros/MWh) en los últimos días.
De Asia a Europa
Los elevados precios actuales están atrayendo cargamentos adicionales a las costas de Europa que se dirigían hacia Asia, además de los suministros contratados, según publica Reuters. Y aumentarán pronto, cuando los envíos de gas ruso por gasoducto lleguen a Europa sólo a través de la ruta del Mar Negro.
Al menos 11 buques metaneros se han desviado a Europa desde Asia y Egipto durante la última semana, ya que los precios de entrega en Europa ahora ofrecen mayores retornos que los precios de entrega en Asia y los problemas operativos retrasan las entregas en Egipto, según publica Argus.
De los 11 cargamentos, siete se han desviado de su ruta hacia Asia, rodeando el Cabo de Buena Esperanza y rumbo a Europa, y cuatro se han desviado de Egipto, a juzgar por los datos de seguimiento de buques de Vortexa. Suponiendo que todos los transportistas tengan cargas completas, esto suma un total de alrededor de 860.000 toneladas, o 13,2 TWh de GNL.
La semana pasada, los precios entregados en el noroeste de Europa aumentaron por encima de los precios correspondientes al noreste de Asia, lo que provocó desviaciones de Asia a Europa.
Aumenta la demanda de gas
A pesar de un tercer año de contracción general en la demanda de gas en la UE-27 más el Reino Unido, Oxford Institute for Energy Studies espera que la demanda de gas durante los meses de invierno aumente 10 Bcm interanual.
Las temperaturas más frías impulsan la demanda de calefacción y energía y, con la volatilidad de la demanda de gas a corto plazo exacerbada por la necesidad de cubrir la intermitencia de las energías renovables, hará dispararse su consumo.
Después de dos años de inviernos europeos suaves, la temporada 2024/25 se prevé más fría. Se espera que Europa experimente temperaturas significativamente más frías de lo normal hacia el final de esta semana, con Londres y París pronosticando 5°C y 6°C por debajo de las medias de los últimos 30 años.