Fuente: El Mundo
Red Eléctrica registró en su propio diario de incidencias signos de alerta del sistema en la semana previa al apagón. Así lo reflejan documentos con el sello del grupo que preside Beatriz Corredor a los que ha tenido acceso en exclusiva EL MUNDO. El martes 22 de abril, la compañía reconoció en su boletín diario casi una veintena de desconexiones en cascada de líneas y plantas fotovoltaicas en un minuto, entre las 19.01 y las 19.02. La foto es semejante a lo que sucedió seis días después en el gran apagón.
Así quedó recogido en el reporte que la empresa controlada por el Estado envía a un centenar de agentes del sistema al final de cada jornada. No era la primera vez que ocurría este año y que Red Eléctrica lo constataba en su Informe Diario de Incidencias de Operación. En días puntuales de enero y marzo de 2025, el operador también habría registrado perturbaciones «nada habituales».
Red Eléctrica y Moncloa insisten en que el sistema operaba de forma estable hasta el incidente. Telemetrías de las empresas del sector, a las que también tiene acceso el operador, evidencian que no, que ya en las horas previas al blackout hubo desviaciones “muy fuertes” de los valores normales, como adelantó este diario. Ahora, el informe de anomalías del grupo que capitanea Corredor refleja que el sistema eléctrico sufrió caídas sucesivas días antes del colapso, y que en Red Eléctrica lo sabían.
Aquel martes no hubo un apagón general, pero sí secuelas visibles. Problemas en la infraestructura de Adif provocaron retrasos en los trenes, y la refinería de Cartagena se desconectó del sistema eléctrico al detectar anomalías en la red. Fuentes oficiales de Red Eléctrica atribuyen lo ocurrido el día 22 a la suma de factores “habituales” que, combinados, “provocaron oscilaciones de tensión que el operador resolvió solo en 5 minutos”. Cambios en el flujo con Portugal, una bajada de producción fotovoltaica “por la hora que era” y trabajos de mantenimiento en la interconexión con Francia.