Fuente: El Economista
La consultora PwC ha elaborado un devastador informe sobre la propuesta de reforma del mercado mayorista de electricidad que está defendiendo España en Europa.
En el documento ¿Cómo se tiene que adaptar el mercado eléctrico al contexto actual? se asegura que una reforma como la propuesta por España “podría eliminar la libre competencia e ir en contra de las reglas básicas de mercado, suponiendo una vuelta al marco legal estable y un sector eléctrico más intervenido, con perjuicios tanto para consumidores como para generadores”.
“El mix de generación futuro no resultaría de la competencia entre agentes por invertir en tecnologías innovadoras y eficientes en costes, sino de las decisiones del Estado, lo cual podría derivar en sobrecapacidad de generación, con el consiguiente sobrecoste para los consumidores, o en déficit de inversión, lo que pondría en riesgo la seguridad de suministro”, concluye el análisis de PwC.
En cuanto a la propuesta de mercados de capacidad, España todavía no dispone de una alternativa, a diferencia de Italia, Bélgica o Francia. El último estudio European Resource Adequacy Assessment realizado por ENTSO-E y encargado de evaluar la necesidad de un mecanismo de capacidad muestra una situación en la que en España cerrarían por inviabilidad económica 9 GW de potencia térmica. Además, pone de manifiesto que habría 6,7 horas de energía no suministrada en 2025, tal y como adelantó elEconomista.es. En 2030, dicho informe no detecta problemas de suministro, ya que ENTSO-E asume que se cumplen las inversiones del PNIEC. No obstante, de no crearse este mecanismo de capacidad, según considera PwC, la materialización de estas inversiones no estaría garantizada. Sin mecanismo de capacidad no se desarrollará el almacenamiento, ni las energías renovables de un modo suficiente. La aprobación de un mecanismo de capacidad en España queda, en opinión de PwC, simplemente sujeta a que “REE presente un análisis de cobertura nacional, ya que el regulador europeo (ACER) no ha ratificado el European Resource Adequacy Assessment elaborado por ENTSOE”.
La fijación del precio de la electricidad por parte del regulador, tanto para las renovables como para las nucleares e hidráulicas, atendiendo a la premisa de que éstas no deben recibir beneficios excesivos (o windfall profits) ni tampoco demasiado bajos, es muy compleja. Fijar el precio de contratos a largo plazo es un riesgo para los generadores, pues de subestimarse estarían condenados a producir a pérdidas, y para los consumidores, en el caso de ser muy elevados podría llevar a sobrecostes.
Además, la fijación de precios por parte del regulador provocaría desigualdad entre Estados, perjudicando la competitividad industrial de los países cuyos gobiernos no consigan fijar precios competitivos, señal muy negativa para llevar a cabo nuevas inversiones.
Una propuesta equívoca podría provocar la ruptura de la Unión Europea, indica PwC
La principal consecuencia de la alteración de la libre competencia es que se ralentizaría la descarbonización y alteraría la confianza con la que se han realizado las inversiones los últimos años. Aumentaría la percepción de riesgo para los inversores que, ante un panorama de menor estabilidad jurídica, tendrían que hacer frente a mayores costes de financiación.
La propuesta de la Comisión Europea, por contra, muestra que se apuesta por una reforma continuista, con la seguridad jurídica como única fórmula para atraer inversiones y descarbonizar.
Las propuestas legislativas recogidas, en líneas generales, “han sabido plasmar el sentir común de los numerosos agentes, asociaciones y países que se han pronunciado en el proceso, abogando por una reforma del mercado continuista”.
Por este motivo, concluye PwC, “una propuesta equívoca podría llevar a una situación en la que se rompa la solidaridad alcanzada entre los Estados Miembro, resultado que sería devastador para el cumplimiento de nuestros objetivos comunes de descarbonización e independencia energética, a la vez que un motivo que podría ocasionar la ruptura de Unión”.