Fuente: El Economista
PwC ha presentado un informe sobre la situación de las centrales nucleares en España en el que asegura que puede haber problemas para el suministro eléctrico. Para la consultora, el retraso evidente en la introducción de nueva potencia renovable, en el almacenamiento y la situación de degradación técnica de las centrales de gas puede llevar a un margen de reserva insuficiente para cubrir la demanda si se lleva a cabo el apagón nuclear.
El cierre de estas centrales, propiedad de Endesa, Iberdrola, Naturgy, provocaría además un incremento muy importante de la contribución de los ciclos combinados al mix de generación, lo que conllevaría a un incremento importante tanto de las emisiones de CO2 como de los precios energéticos.
La implementación de la nueva tasa Enresa, que ha desatado la furia del sector, elevaría de este modo la carga fiscal hasta los 28 euros/MWh es decir, supondría 1.566 millones de impuestos anuales a las centrales nucleares, una cifra que plantea, en opinión de PwC, grandes desafíos para la rentabilidad y competitividad del sector y encarecería esta energía para los consumidores finales.
PwC, no obstante, pone sobre la mesa soluciones posibles como destinar a Enresa una parte de la recaudación futura del impuesto de la Ley 15/2012. Del mismo modo si la recaudación sobrante del impuesto de esta misma ley se guardase en un fondo, se cubrirían posibles desajustes que Enresa pueda tener en el futuro.
Simplemente el hecho de eximir también a Enresa del impuesto del almacenamiento centralizado de residuos radiactivos y combustible gastado establecido en la Ley 15/2012, reduciría los costes del 7º PGRR en 1.277 millones de euros (lo que equivaldría a reducir la tasa en aproximadamente 2 euros/MWh).
El sector considera que no debe afrontar el sobrecoste que suponen las decisiones políticas sobre los residuos radioactivos.