Fuente: El Mundo
El precio de la luz ha entrado en barrena en España. La caída no es cosa de un día, pero sí ha sido este lunes cuando las previsiones del Operador del Mercado Ibérico de Energía (OMIE) han situado por primera vez en niveles negativos al mercado mayorista o pool en España. Este fenómeno, que ya se había dado en otros países europeos y en el mercado de ajuste (intradiario) nacional, consolida una tendencia que tiene al sector en alerta desde hace meses. Los precios anormalmente bajos, en el entorno de cero, se dan cada vez en más horas del día.
El precio medio del mercado diario fue de 20,3 euros el megavatio hora (€/MWh) en marzo, casi un 50% más bajo que el de febrero y un 77% inferior al de en marzo de 2023. La curva ha descendido en toda Europa, una vez capeado el descontrol de la crisis eléctrica, pero España y Portugal han empezado a despuntar a la baja. La media del pool en nuestro país es cerca de un 69% inferior a la de Alemania y un 62% menor a la de Francia. Portugal, muy alineado con el mercado patrio, sin embargo, no ha entrado aún en terreno negativo.
La situación ha desatado todo tipo de rumores, desde que al ciudadano le van a pagar por consumir electricidad hasta que la caída la ha provocado la excepción ibérica, medida que murió el 31 de diciembre de 2023 y que llevaba ya un año sin aplicarse. La paradoja del pool español es más compleja y no causará estragos de forma inmediata. Eso sí, sus efectos a largo plazo dan motivos a los inversores y a las autoridades para estar en guardia pues, como ha explicado este mediodía la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera: “Es bueno para el consumidor, pero tiene una cara y una cruz”.
¿QUÉ HA PROVOCADO LA CAÍDA?
El pronóstico de OMIE marcaba precios de -0,01 €/MWh entre las 14:00 y las 17:00 horas de este lunes. Se trata de una bajada casi testimonial frente a los valores cercanos a cero que se han alcanzado estos meses, sobre todo, en momentos puntuales en horas de luz, cuando convergen todas las ofertas de la fotovoltaica. A esta situación de base hay que añadir el efecto del temporal Nelson, cuyas fuertes lluvias y rachas de viento han disparado la producción de la hidráulica y la eólica, dos de las tecnologías más baratas del mercado. Esto, sumado a que la jornada de hoy es festiva en muchas CCAA, lo que se traduce en menos demanda eléctrica, ha derivado en ese hundimiento de precios.
NI LUZ GRATIS NI COBRAR POR ENCENDER LA LAVADORA
No deben confundirse los precios del mercado diario con el que finalmente paga el consumidor. El primero es sólo un componente de la factura final, al que hay que sumar otros costes regulados como los cargos, los peajes o los propios impuestos (el IVA de la luz volvió el mes pasado al 21% frente al 10% al que el Gobierno lo bajó temporalmente por la crisis eléctrica).
Aunque llamativos, los precios negativos son una gota en el océano. Los -0,01 euros por megavatio se han dado en tres de las 24 horas de un lunes cuyo precio máximo será 21,43 euros/MWh y cuyo precio medio será de 1,8 euros/MWh. Se trata solo del primer día de mes, por lo que el impacto en la factura mensual será casi imperceptible, sobre todo, considerando que de acuerdo con la evolución del mercado diario en 2024 y las cotizaciones de los precios futuros hasta fin de año, el precio medio estimado del mercado eléctrico español es de 55 €/MWh, un 37 % menor que el de 2023, según el último barómetro de la Asociación de Empresas de Gran Consumo de Energía (AEGE).
¿IMPACTARÁ MÁS EN EL MERCADO LIBRE O EN EL REGULADO?
Para aquellos que se encuentran en el mercado libre, es decir, que han pactado una tarifa fija con su comercializadora, el desplome del pool no impactará para nada en su recibo. Para aquellos que están acogidos a la tarifa regulada o Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC), el efecto será mínimo.
En enero entró en vigor el nuevo método de cálculo del PVPC, una reforma impulsada por el Ministerio para la Transición Ecológica para reducir la volatilidad que tenía en vilo a los ciudadanos acogidos al mercado regulado. Paradójicamente, esa reforma ahora implica que los precios negativos tendrán aún menos impacto en el bolsillo del consumidor del que hubieran tenido con el modelo anterior, si bien, en cualquier caso, el efecto hubiera sido muy limitado. Esto es así porque el nuevo modelo recortó el peso del precio diario en el cómputo final del recibo, indexando la factura al mercado de futuros para dotarla de mayor estabilidad.
¿LAS ENERGÉTICAS ESTÁN VENDIENDO A PÉRDIDAS?
No. Lo cierto es que los precios negativos en el pool indican que hay productores pagando por generar energía, pero esto no implica que la estén vendiendo a pérdidas. Distintos expertos consultados por este periódico coinciden en el diagnóstico. Los productores que están ofertando su energía a precios negativos son, en su mayoría, fotovoltaicas que todavía disfrutan del régimen primado, es decir, que reciben una retribución regulada por lo que producen, el llamado Recore. Como esta remuneración no tiene en cuenta el precio al que se venden, sino el volumen de electricidad comercializado, a las plantas solares acogidas a este régimen les sale a cuenta ofertar a precios por debajo de cero en las actuales condiciones de sobreoferta renovable, para así entrar en el mercado desbancando a otros competidores que no pueden bajar tanto sus precios. Después, cobran la prima.
LA ELÉCTRICA… ¿SIEMPRE GANA?
Como recordaron las grandes eléctricas cuando el Gobierno trató de intervenir sus precios en los momentos más duros de la crisis energética, alrededor del 80% de la energía que generan los colosos del sector ya está vendida de antemano a precios fijos. Estos acuerdos a plazo o PPA son un blindaje para estas compañías, pero hay salvedades. Algunos PPA incluyen cláusulas que permiten al cliente romper el acuerdo y comprar la electricidad en el mercado cuando el pool está en negativo, según fuentes del sector.
Este colapso del mercado mayorista, de repetirse de manera recurrente en el tiempo, podría acabar impactando en el medio y largo plazo en el negocio de las grandes y pequeñas eléctricas, ya que se trata de un escenario anómalo que genera mucha incertidumbre tanto en el vendedor como en el comprador. “Si ahora los PPA se están firmando en el entorno de los 40 euros/MWh, cuando se renegocien para una gran empresa industrial será muy difícil justificar ante sus inversores la renovación de un contrato a esos precios cuando el mercado está marcando valores negativos o cercanos a cero en muchas horas del día”, explica una fuente. En definitiva, la curva de precios podría acabar lastrando la contratación a plazo.
¿TAMBIÉN OCURRE EN EUROPA?
Las fuentes consultadas aseguran que los episodios de luz a precios negativos ya se han dado en otros países de Europa, como Alemania u Holanda. Este fenómeno de precios tendentes a cero por una entrada masiva de renovables dibuja lo que se conoce entre los técnicos como la curva del pato y doblegarla es una batalla clave para asegurar la rentabilidad de las inversiones renovables.
Esta es la cruz a la que se ha referido la vicepresidenta Ribera. “Lo que hemos estado viendo en los últimos meses y semanas es cómo el porcentaje de electricidad renovable no deja de crecer en nuestro país, con precios medios mucho más bajos y, en determinados momentos, extraordinariamente bajos. Esto es bueno para los consumidores, pero también (…) necesitamos una inversión muy importante sostenida en el tiempo para culminar esa transformación de nuestro sistema energético. Y precios cero, si se producen demasiado a menudo, no dejan margen o trastocan los planes de inversión y de recuperación de la inversión que tienen los inversores”, ha diagnosticado la ministra.