Fuente: Invertia
Los proyectos fotovoltaicos flotantes ya tienen luz verde del Gobierno para su puesta en marcha. Hace casi dos años que obtuvo el apoyo mayoritario del Consejo Nacional del Agua, que reúne, entre otros actores, a las comunidades autónomas, y ahora ya cuenta con la regulación de estas instalaciones en embalses en el dominio público hidráulico.
El borrador del PNIEC (Plan Nacional de Energía y Clima), cuya propuesta de Evaluación Ambiental Estratégica estará en información pública hasta este viernes, 12 de julio, no determina ningún objetivo de potencia instalada a 2030, pero se prevé que podría llegar a los 3 GW en los próximos cinco años.
Por el momento, ya hay varios proyectos sobre la mesa. EDP, Baywa R.E., Acciona, Solaris Float, Sivortex, o en iniciativas públicas como el Canal Fotovoltaico de Navarra, el Canal Segarra-Garrigues (Lleida) o el de Regantes de Mérida son los primeros. En total, según SolarPower Europe, suman entre todos más de 10 GW.
En 2015 se disparó el “boom” por esta tecnología en todo el mundo, y según el último estudio sobre la tecnología solar sobre agua de SolarPower Europe, la capacidad instalada de la fotovoltaica flotante en 2022 ya alcanzó la cifra de 5,7 GW.
Potencial en España
Acciona inició su andadura con el proyecto demostrativo Sierra Brava, en la orilla sur del embalse de Sierra Brava, en término municipal de Zorita (Cáceres). Con 12.000 metros cuadrados de superficie, ocupa en torno al 0,08% de la superficie del embalse.
La instalación consta de seis sistemas flotantes adyacentes con capacidad cada uno para 600 módulos fotovoltaicos, con una capacidad total estimada en 1,37 MW.
EDP invertirá 400 millones de euros para instalar una planta fotovoltaica flotante de 50 MW, además de 300 MW fotovoltaicos terrestres, una central de biomasa de 50 MW y un compensador síncrono en la central térmica de Puente Nuevo en Espiel (Córdoba).
Sivortex, empresa especializada en sistemas fotovoltaicos, trabaja actualmente en más una decena de proyectos de parques sobre láminas de agua, entre ellos el del Canal Segarra-Garrigues, que podría ser el más grande de España, con una capacidad de 15 MW. Su apuesta es que en cinco o seis años tengan placas solares en 34 balsas con una inversión de 57 millones de euros.
Baywa r.e. ya anunció a este diario hace tres años que apostaba por España para liderar la fotovoltaica flotante, y que el pistoletazo de salida de sus proyectos dependería de tener una regulación adecuada.
También está el proyecto anunciado hace años por la Comunidad de Regantes de Mérida (Badajoz) que consiste en una instalación de bombeo alimentado con un sistema fotovoltaico flotante. Afirman que se trata de la mayor planta fotovoltaica flotante de España, situada en Arroyo de San Serván. En cuatro hectáreas instalaron más de 1.600 placas fotovoltaicas colocadas sobre el agua como recurso ante la falta de terreno disponible sobre tierra firme.
Además, este Real Decreto permitirá desarrollar el proyecto Canal Fotovoltaico de Navarra, que prevé cubrir 10 kilómetros del Canal de Navarra con paneles solares que garantizarán electricidad verde a la mitad de los edificios del Gobierno de Navarra.
Para ello se aprovechará una infraestructura ya construida, es decir, se cubrirá el tramo de canal que transcurre al aire libre, un total de 57 kilómetros. Una vez concluido, podría alcanzar una potencia nominal de 160 MW.
Potencial objetivo
El informe señala que actualmente, hay alrededor de 451 MW de energía solar flotante conectada a la red en Europa, la mayoría ubicadas en los Países Bajos (280 MW).
La capacidad de esta tecnología en el país podría crecer aún más si su enorme cartera de 2 GW se materializa en los próximos años. Además, BayWa r.e. ha encargado los dos parques flotantes solares más grandes de la Unión Europea, los dos en los Países Bajos, con una capacidad instalada total de casi 71 MW.
Después de Países Bajos en capacidad instalada, le sigue Francia en el segundo lugar con 80 MW de capacidad instalada, seguida de Austria (25 MW), Alemania (25 MW), España (10 MW) y Portugal (6,2 MW).
En general, el informe señala que en todos los escenarios del estudio, Suecia, Finlandia y España se encuentran entre los cinco países con mayor potencial de fotovoltaica flotante debido al gran tamaño de sus embalses disponibles. El escenario más realista supone un ratio de cobertura del 10% de la superficie total del embalse, lo que podría producir un total de 157 GW de capacidad instalada.
Esta capacidad produciría hasta el 6% del consumo de energía anual en la UE (137 TWh por año). Curiosamente, el estudio presenta un escenario en el que estos parques flotantes tendrían la misma capacidad instalada que una central hidroeléctrica.
Este escenario daría como resultado 42 TWh de generación de electricidad por año y una capacidad instalada total de casi 50 GW, cubriendo sólo el 2,3% de las superficies de los embalses examinados.
Onshore y marina
Hay dos tipos de fotovoltaica flotante, la onshore y la marina. La primera se refiere a sistemas fotovoltaicos construidos en cualquier masa de agua, que esté ubicada geográficamente en zonas del interior. La segunda está diseñada para su instalación en agua salada, cerca de la costa pero también en alta mar, y se define en función de condiciones específicas como las olas y el viento.
En 2022, el panel solar flotante más grande del mundo se conectó a la red en Shandong (China), con una capacidad operativa de 320 MW. El parque también está conectado a 8 MWh de almacenamiento de baterías y a un parque eólico de 100 MW.
El informe de SolarPower Europe también señala que el Banco Mundial estimó en 2018 que el potencial técnico global para esta tecnología es ligeramente superior a 4 TW, si se utilizara el 10% de la superficie total de los embalses artificiales de agua dulce.
Pero investigaciones más recientes indican que cerca de 4,5 TW podrían instalarse globalmente en solo las centrales hidroeléctricas, suponiendo un índice de cobertura del 25%. Otros estudios identifican un potencial global que oscila entre 3 TW y 7 TW dependiendo de los supuestos del modelo.
Sin embargo, la Agencia Internacional de la Energía (AIE), sólo prevé una capacidad acumulada de más de 60 GW para 2030, que destaca la necesidad de fortalecer las políticas y el apoyo del mercado a la energía solar flotante si se quiere aprovechar su verdadero potencial.