Fuente: El Economista
Los nuevos impuestos medioambientales sobre la explotación de parques eólicos y fotovoltaicos recogidos en la ley autonómica de Aragón no gustan a los empresarios de las renovables por tener un efecto meramente recaudatorio, además de impactar de forma negativa en el desarrollo de la región por el freno al sector y la atracción de nuevas inversiones.
Si recientemente desde la Unión Española de Fotovoltaica (UNEF) se pronunciaron en contra de este impuesto, ahora ha sido el Cluster de la Energía en Aragón el que ha mostrado su rechazo a estos nuevos impuestos. Además, la agrupación empresarial ha negado haber participado en el consenso de esta ley, ya que las aportaciones esenciales que realizaron no se han tenido en cuenta y se desestimaron: exención completa a la fotovoltaica, la progresividad en la eólica y la exención total del autoconsumo, entre otras.
De acuerdo con la exposición de motivos de la ley, estos tributos tienen por fin compensar posibles externalidades negativas ambientales y sociales, así como promover la reducción del impacto provocado por la explotación de los parques de renovables. Desde el cluster explican que, sin embargo, esta compensación medioambiental no se ve reflejada en el articulado de la ley ni en sus disposiciones transitorias.
Los empresarios también alertan de otros efectos negativos como la pérdida de competitividad de la economía e industria de la comunidad aragonesa. Además, señalan que conllevará un desincentivo a las inversiones en instalaciones de producción de electricidad e hidrógeno renovable que, precisamente, se encuentran en un estado todavía incipiente de desarrollo y, en consecuencia, precisan de una regulación adaptada y favorable por parte de las administraciones públicas. Este efecto se produciría de forma inmediata por parte de inversores y desarrolladores de los parques eólicos y fotovoltaicos.
Son motivos por los que el clúster ha instado al Gobierno de Aragón a no continuar con la tramitación de la actual Ley de Impuestos Medioambientales, aparte de abogar por el consenso para elaborar un nuevo texto de ley en beneficio de la comunidad aragonesa.
Así debería ser la ley de renovables
Para el Clúster de la Energía de Aragón, las nuevas regulaciones legislativas que afecten al sector de las renovables deberían articularse en torno a una serie de puntos, aparte de quedar reflejada la proporcionalidad del gravamen frente al impacto generado. El nuevo marco legal igualmente debería servir para adecuar a normativa parques e infraestructuras antiguas.
El sector, que reclama seguridad jurídica, pide que se tenga en consideración los beneficios ambientales, sociales y económicos, que conllevan las instalaciones de energía renovable por su mitigación de los efectos del cambio climático sin causar perjuicios significativos a otros objetivos medioambientales en su ejecución. Desde el cluster recuerdan que actualmente ya existen instrumentos de control medioambiental en los procedimientos de autorización de proyectos.
El sector también apunta en que la política fiscal aragonesa no puede suponer una desventaja competitiva con respecto a otras regiones en el sector eólico. De acuerdo con la ley, Aragón es la comunidad que más grava el sector eólico con, en algunos casos, hasta un 80% por encima de la media española.
El cluster pone el foco en otras premisas como el hecho de que Aragón se convierte en la primera comunidad en gravar la producción renovable fotovoltaica y, en consecuencia, incluir esta producción en el sistema de recaudación. También señalan que hay que ser consciente de que Aragón se ha convertido a su vez en la comunidad con mayor carga fiscal en España en el sector renovable.
El sector de las energías renovables
La producción verde en Aragón ha alcanzado los 14.665 GWh, lo que representa el 80,3% del cómputo global. El sector de las energías renovables en esta comunidad ha experimentado un notable crecimiento en los últimos años, convirtiéndose en un pilar fundamental para el desarrollo de la región.
También se ha duplicado su producción de energía renovable en un lapso de cinco años, pasando del 54% al 80,3% del total por la inversión significativa en parques eólicos y plantas solares.