Fuente: El Periódico de la Energía
A la hora de interpretar los datos del agua en los embalses, el boletín hidrológico nacional calcula la capacidad acumulada de los distintos embalses que se esparcen por toda la geografía española a través de las distintas Confederaciones Hidrográficas con datos tanto de capacidad en hectómetors cúbicos así como de energía en gigavatios hora (GWh).
Así mismo, el boletín muestra cuenca por cuenca y embalse por embalse la situación actual de cada uno. Y las noticias no pueden ser mejores para los consumidores de energía eléctrica.
La gran mayoría de los embalses hidroeléctricos se sitúan en la zona norte y occidental de España, que es justamente donde más ha llovido en el otoño-invierno 2023-2024.
Con las últimas lluvias de Semana Santa y los datos abrumadores de agua acumulada en los embalses se ha batido el récord de energía. Se han alcanzado los 16 TWh.
Ahora se alcanzan valores no vistos desde abril 2014 donde se llego a acumular 17,167 GWh. Es decir, que es el mayor valor visto en la última década.
Actualmente, se supera con creces la energía hidroeléctrica disponible en las centrales de la media de los últimos 10 años o de los últimos 5 ejercicios.
El único dato que podría discutir fueron los 15,5 TWh logrados en 2021. Pero ahora se han superado.
Duplicada en seis meses
Y todo esto se ha producido de manera abrumadora en los últimos seis meses. En octubre de 2023 la energía disponible en los embalses hidroeléctricos era de algo más de 8.000 GWh, por lo que se ha duplicado la energía disponible en este último semestre.
En cuanto al reparto por cuencas, los embalses hidroeléctricos están prácticamente llenos en todo el territorio, salvo en algunas zonas de la cuenca del Ebro, pero hasta los embalses hidroeléctricos levantinos están en máximos.
Para acabar, tanta agua acumulada en los embalses hidroeléctricos son buenas noticias para las próximas semanas en el mercado eléctrico mayorista.
Las centrales generarán prácticamente de manera obligatoria y eso es energía a cero euros. Si a ello le sumas la energía solar o eólica, se seguirán dando precios bajos en el mercado. Otra cosa será lo que suceda ya en el verano, cuando no sople tanto viento, haga calor, aumente la demanda y el agua acumulada sea menor. Pero de momento, disfrutemos de los precios bajos que nos dan las lluvias.