Fuente: El Economista
El Plan energético que el Gobierno presentó ayer ha provocado una oleada de reacciones en el sector. La patronal de energías renovables Appa considera que los objetivos planteados no se alcanzarán si el Gobierno no lleva a cabo cambios profundos en nuestro modelo energético.
El mayor pico de consumo eléctrico se produjo el 17 de diciembre de 2007, con 45.450 MW de potencia consumida de forma instantánea. Desde entonces, hace ya diecisiete años, este valor no se ha superado. A pesar de ello, el PNIEC mantiene un objetivo de potencia fotovoltaica (incluido el autoconsumo) de 76 GW y de 62 GW de eólica, potencia que tendrá que convivir, al menos en sus primeros años, con el parque nuclear. Esto obliga, en opinión de la asociación, a un esfuerzo integrador que debe priorizar el almacenamiento, la electrificación y la flexibilidad de la demanda para dar cabida a toda esta potencia renovable. El incremento de los objetivos en almacenamiento e hidrógeno, que ha presentado Ribera, contrasta con las dificultades que están teniendo las compañías para conectarse a las redes de transporte y distribución, siendo necesaria la eliminación de burocracia y la mejora en la tramitación de permisos para acelerar la integración de los nuevos proyectos. Adicionalmente, Appa propone también apostar por aquellas energías que, directamente, aportan firmeza y son gestionables como la biomasa.
“Las situaciones que hemos vivido en abril, con precios récord mínimos en el mercado eléctrico, no han tenido respuesta por parte del regulador, lo que manda un mensaje claro a los inversores: si el precio cae, estarán solos. Es necesario que se prioricen las tecnologías más alejadas de los objetivos, con subastas específicas; y que se establezca un marco regulatorio que proporcione seguridad frente a un mercado volátil, esto es fundamental para atraer la inversión privada”, ha concluido José María González Moya.
En una línea similar se ha manifestado también la Asociación Empresarial Eólica. Para esta patronal, es necesario trabajar en cinco líneas de actuación: una mayor agilidad, coordinación y simplicidad en la tramitación de proyectos eólicos; poner en marcha mecanismos de incentivo de la electrificación para alcanzar los niveles de demanda eléctrica acordes a la senda del PNIEC y solventar las tensiones de precios bajos motivados por el desequilibrio de demanda y oferta.
AEE incide también en seguir trabajando en los territorios para una buena convivencia de la eólica con la sociedad, lograr un diseño evolucionado de las subastas que tenga en cuenta criterios y estándares de valor añadido más allá del precio, con cupos por tecnologías y enfocadas a maximizar la descarbonización del mix y la aplicación de medidas de política industrial que velen por la cadena de valor “made in and by Europe” y la vigilancia del cumplimiento de las reglas de comercio internacional para evitar prácticas anticompetitivas.
Para lograr alcanzar estos objetivos es necesario acelerar el ritmo de tramitación e instalación de eólica, con un desarrollo ordenado hasta 2030, y que tenga en consideración la cadena de valor.
Unef aplaude el PNIEC
Unef, la patronal fotovoltaica, se limitó a aplaudir los objetivos marcados por el Gobierno y la labor de Ribera. Mientras Sedigas lamenta que el objetivo fijado para el biogás-biometano no esté alineado con el potencial reconocido a España, ni con las metas y ambición de la Unión Europea.La asociación destaca el reconocimiento del papel de los ciclos combinados para asegurar el suministro eléctrico, pero urge a implementar de manera urgente un mercado de capacidad para los CCGT.