Fuente: El Periódico de la Energía
El sector del petróleo y el gas se está alejando de las energías renovables y la electricidad en sus esfuerzos de descarbonización, según el último análisis de BloombergNEF sobre las tendencias de inversión en transición energética en la industria. La inversión en energía renovable y electrificación cayó por segundo año consecutivo en 2023, aunque estas áreas una vez dominaron el gasto en transición energética del sector.
Las tecnologías de moléculas bajas en carbono, como la captura y almacenamiento de carbono, los combustibles renovables y los materiales avanzados se están convirtiendo en los nuevos favoritos de la industria. Las políticas de apoyo, la mayor sinergia con las operaciones existentes de las petroleras y la búsqueda de activos con mayor rentabilidad son los motores de su creciente popularidad.
Las energías renovables han estado históricamente a la cabeza de las inversiones en bajas emisiones de carbono del sector del petróleo y el gas. A partir de 2022, sin embargo, este predominio ha disminuido, con la inversión en tecnologías como los combustibles renovables, la captura y almacenamiento de carbono (CAC) y los materiales avanzados alcanzando nuevos máximos.
Moléculas limpias
Los líderes en la adopción del enfoque de las moléculas limpias -que incluye inversiones en tecnologías que reducen las emisiones de carbono de la producción de combustibles fósiles o producen alternativas con menos carbono- se encuentran sobre todo en Norteamérica, concretamente en EEUU y Canadá.
La política desempeña un papel fundamental a la hora de determinar la inversión en bajas emisiones de carbono de las empresas petroleras estadounidenses. Los créditos fiscales, las oportunidades de financiación y las normativas más estrictas sobre reducción de emisiones han hecho que tanto la CAC como los combustibles renovables sean tecnologías con bajas emisiones de carbono atractivas para que las empresas petroleras las exploren.
En su transformación de “grandes petroleras” a “grandes energéticas”, las grandes petroleras europeas se han centrado históricamente en las energías renovables como pilar central de sus estrategias de transición. Sin embargo, la atención prestada a los electrones limpios -como las energías renovables y la electrificación- ha disminuido en los últimos años.
BP y Shell lideraron el cambio con su aceleración de la inversión en moléculas limpias. Los menores rendimientos de los proyectos de energías renovables son posibles motores del ajuste de las estrategias de renovables de las dos petroleras.
TotalEnergies se desmarca del pelotón con su firme postura de ampliar su cartera de energías renovables. En la última actualización de su estrategia, la petrolera francesa sigue aspirando a construir un negocio energético integrado con presencia en toda la cadena de valor de la electricidad.