Fuente: El Economista
Solo uno de cada dos puntos instalados por las compañías energéticas para cargar el coche están operativos. Repsol, Iberdrola, Endesa, bp y EDP tienen un promedio del 42% de su infraestructura de recarga pública a la espera de los permisos necesarios para entrar en funcionamiento, según datos recopilados por elEconomista.es.
Actualmente algunas empresas están instalando dos puntos de recarga al día, pero únicamente es posible poner en servicio al ciudadano unos nueve al mes. Tal es la lentitud de la burocracia a la hora de conectar los puntos de recarga a la red eléctrica que el tiempo medio para poner en marcha un poste de hasta 100 kW es de entre 10 y 12 meses. Para más de 100 kW alcanza lo 22 meses y, en algunos casos, incluso 36 meses.
Únicamente 620 de los 1.350 puntos de recarga que tiene instalados Repsol están en funcionamiento, o lo que es lo mismo, un 54% de su infraestructura eléctrica está bloqueada. Iberdrola tiene construidos 6.000 postes, un tercio de los cuales están inoperativos. Endesa, a través de su línea de movilidad eléctrica Endesa X Way, cuenta con 4.300, de los cuales 900 siguen a la espera de los permisos para funcionar, mientras que un 61% de las 62 instalaciones de bp todavía no opera. EDP tiene 650 en funcionamiento. Aunque se desconoce el número de puntos ya instalados, cuenta con una cartera de 2.500 en diferentes fases del proceso para su instalación y puesta en marcha.
Las barreras burocráticas pueden dividirse en la obtención de las licencias, las gestiones con Distribución (especialmente para el entronque final con la línea de distribución y el cierre del expediente correspondiente) y la legalización en Industria de la instalación.
Asimismo, fuentes del sector apuntan que el problema no está en la falta de infraestructura, sino la falta de profesionalización de dicha infraestructura, lo que abarca el despliegue inteligente de la red en ubicaciones estratégicas, la adecuación de cada una de las tecnologías al uso del vehículo eléctrica, el mantenimiento de la infraestructura y los medios de pago disponibles.
España está a la cola
España se sitúa a la cola en penetración del vehículo electrificado y en puntos de recarga. En lo que a infraestructura se refiere, contaba al cierre del primer trimestre del año con un total de 26.718 puntos de recarga públicos, según el Barómetro de Electromovilidad de Anfac. Ahora bien, uno de cada cuatro no está operativo porque está averiado, se encuentra en mal estado o no está conectado a la red de distribución. Las principales energéticas poseen más de un tercio de los puntos de recarga públicos, hasta mayo ya rondan los 12.000 postes.
En los tres primeros meses del año se instalaron 2.115 puntos de recarga. No obstante, 1.537 de estos nuevos postes son de potencia de hasta 22 kW o inferior, lo que indica que el 73% del crecimiento de nuevos puntos se produce en un rango de potencia baja, siendo solo el 21% restante con potencia superior a 22 kW y, en concreto, el 2% de al menos 150 kW. En lo que a alta potencia se refiere (más de 250 kW), el 85% de los puntos de recarga corresponde a proyectos de fabricantes de automóviles.
España también se comprometió a contar al cierre del presente ejercicio con 250.000 vehículos eléctricos matriculados. Unos objetivos en línea con el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), el cual establece que para 2030 tendría que haber 5 millones de vehículos eléctricos (turismos, furgonetas, motos y autobuses) —no se compromete a contar con un número específico de puntos—. Hasta marzo —últimos datos disponibles—, España contaba con un total de 176.587 vehículos eléctricos, el 0,5% del total del parque de vehículos, según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT). En lo que a turismos se refiere, el parque de vehículos hasta el primer trimestre del año se situaba en las 121.324 unidades matriculadas, es decir, el 0,4% del parque total de turismos, que alcanza los 25,3 millones de unidades.