Fuente: Invertia
Finalmente, las comercializadoras de gas y electricidad y los operadores de productos petrolíferos y de gases licuados de petróleo al por mayor deberán aportar 1.023,56 millones de euros al Fondo Nacional de Eficiencia Energética (FNEE) este año, lo que un aumento superior al 30% con respecto a los 783,95 millones de euros a que ascendió en 2024, según la orden del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico publicada este martes en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Transición Ecológica reduce así la cantidad a aportar en la propuesta inicial, que sacó a audiencia pública en enero y planteaba un incremento del 40%, hasta los 1.100 millones.
Entre las empresas con unas aportaciones más elevadas destacan Repsol, con más de 246 millones de euros entre sus distintas comercializadoras y operadores; seguido de Endesa, con unos 117 millones; Moeve, con cerca también de 117 millones de euros; Naturgy, con más de 80 millones de euros; e Iberdrola, con unos 78 millones de euros.
También figuran entre los grandes contribuyentes al FNEE para este 2025 compañías como Galp, con casi 37 millones de euros; Disa, con unos 28 millones de euros; o BP, con unos 51 millones de euros.
Cada año se define mediante una orden ministerial el objetivo de ahorro anual, los porcentajes de reparto entre los sujetos obligados y las cuotas u obligaciones de ahorro resultantes y su equivalencia financiera.
Para el año 2025 se establece un objetivo de ahorro de energía final del Sistema Nacional de Obligaciones de Eficiencia Energética de 500 ktep o 5.815 GWh.
La equivalencia financiera para el año 2025 se establece en 2,20 millones de euros por kilotoneladas equivalentes de petróleo (ktep) ahorrado, lo que equivale a 189.165,95 euros por gigavatio hora (GWh) ahorrado (189.165,95 euros/GWh), en base al coste medio estimado para movilizar en todos los sectores de actuación las inversiones necesarias para alcanzar el objetivo anual de ahorro, según recoge la orden.
El FNEE permite la puesta en marcha de mecanismos de apoyo económico y financiero, asistencia técnica, formación e información u otras medidas que permitan aumentar la eficiencia energética en los diferentes sectores y ayudar a conseguir el objetivo de ahorro establecido. Estas medidas podrán ser cofinanciadas con otras fuentes de financiación, incluidos los Fondos Europeos.
Reducción con CAEs
No obstante, desde 2024, en lugar de realizar una aportación económica, las compañías pueden también cumplir su obligación comprando y liquidando Certificados de Ahorro Energético (CAE).
Así, el FNEE para este 2025 cuenta además con un aumento de la cuota de aportaciones que se pueden cubrir con estos CAE, ya que se eleva el porcentaje máximo a deducir con ellos del 65% del año pasado hasta el 85%. De esta manera, las energéticas podrán compensar hasta unos 870 millones de euros con aportaciones a los certificados.
Este sistema comenzó a aplicarse en 2024 con el objetivo premiar el ahorro de energía. En concreto, un CAE es un documento electrónico que garantiza que, tras llevar a cabo una actuación de eficiencia energética, se ha conseguido un nuevo ahorro de energía final.
Este instrumento permite monetizar los ahorros energéticos, recuperando parte del coste de las inversiones en eficiencia energética (cambio de iluminación, mejora del aislamiento térmico, renovación de equipos industriales o domésticos, etc.), ya que el usuario final podrá recibir una contraprestación si vende los ahorros obtenidos para su posterior certificación mediante el Sistema de CAE.
En su primer año de vigencia, los certificados de ahorro energético generaron un ahorro de dos teravatios hora (TWh) al año y evitaron medio millón de toneladas de emisiones.
