Fuente: El Economista
La reforma del mercado mayorista de electricidad que ha presentado el Gobierno español a la Comisión Europea ha provocado un profundo enfado en el sector energético. Las compañías eléctricas, tanto las tradicionales como las de renovables, se mostraron ayer muy sorprendidas por los pasos dados por el Gobierno de lanzar una propuesta en nombre de España sin haber consultado al sector energético.
La medida planteada aseguran cuenta con grandes vacíos y puede provocar un incremento de la inseguridad jurídica ya que deja importantes preguntas por resolver como qué pasa con las renovables que ya realizan operaciones de venta de energía en el mercado.
La patronal de las principales eléctricas españolas, Aelec, reiteró ayer su “disposición total a entablar un diálogo fluido y permanente para la reforma del mercado eléctrico”. Recuerda que más del 70% de la energía de las compañías españolas está ya vendida y comprometida a plazo, por lo que no cobra los precios del mercado mayorista (pool).
“En esta línea es importar realizar un análisis coste beneficio de las implicaciones que la reforma del mercado eléctrico propuesta tiene para los operadores del sector en aras de no perjudicar las inversiones y planes de expansión que se tienen ya comprometidos“, reclama a través de un comunicado. Además, añade que el sector eléctrico español viene firmando los PPAs (acuerdos de compraventa de energía) más baratos de Europa, lo que impacta positivamente en la economía y a la sociedad española.
La patronal eléctrica europea presentó el pasado mes de diciembre un documento de propuestas de reforma del mercado mayorista. En la misma línea actuó la patronal de la energía eólica Wind Europe. Ambas coincidían con el non paper lanzado por la Comisión Europea el pasado mes de diciembre para tratar de fomentar mecanismos de contratación a largo plazo.
Esta propuesta, que ha sido también recogida por el Gobierno español resulta una apuesta segura, ya que el propio Ejecutivo comunitario se ha mostrado dispuesto a realizar tan solo unos ajustes en este sentido en el mercado y defendido el hecho de que se mantenga un sistema marginalista que, según el informe encargado a los reguladores europeos, suponía importantes ahorros para el sistema eléctrico europeo.
Con todo, la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, anima desde el Gobierno a los agentes de sector energético a hacer propuestas a la reforma del mercado eléctrico. Se trata de un diseño que “larga pero llegará a tiempo”, advirtió ayer en el acto Retos de la transición ecológica en 2023 organizado por el Club Diálogos para la Democracia. Según la vicepresidenta tercera, aunque existe una cierta convergencia en el debate actual, es una reforma estructural que “debe pasar por todos los plazos y procedimientos interinstitucionales”.
Ribera, que solicitó a la Comisión Europea la prolongación de la excepción ibérica al menos hasta el final de 2024, alertó de la importancia de “poder mantenerse en el tiempo hasta cuando se resuelva la reforma de fondo del mercado eléctrico”.