La Comisión Europea ha propuesto ya oficialmente extender los requisitos de reservas de gas natural de los Estados miembro . De este modo busca dar estabilidad al modelo energético europeo, impuesto en 2022, con la guerra de Ucrania. Sin embargo también ha recomendado aplicar ciertos mecanismos de flexibilización para evitar los problemas que está generando la necesidad de llenar las alforjas tras el duro invierno. Entre las propuestas está que los países prorroguen un mes, de noviembre a diciembre, el nivel de almacenaje mínimo del 90%, aunque la negociación sigue en marcha y podría haber más concesiones a los países incumplidores.
Los precios del gas se han disparado casi un 100% respecto al año pasado debido a que las reservas se han desplomado este invierno. Concretamente han pasado de unos 26-27 euros el megavatio hora en febrero de 2024 a un pico de 57 euros ese mismo mes un año después- Ahora se han relajado de forma crítica hasta los 43 euros con una caída del 3,46% tras conocerse el anuncio de la UE. En cualquier caso estos precios son sustancialmente más altos que los 30 euros a los que cotizaba el año pasado por estas mismas fechas.
Una conjunción de tres factores clave conspiraron contra las reservas de la UE. El primero fue un invierno frío tras dos años de un periodo invernal templado. Esto disparó la demanda, en particular en Centroeuropa. Por su parte se dio un fenómeno conocido como la ‘calma oscura’ a través del cual se dejó de producir prácticamente toda la energía eólica del continente durante un mes. Esta tuvo que ser respuesta por gas. En tercera instancia se cortó el gasoducto Soyouz, que unía Rusia con Europa a través de Ucrania. Este último vínculo era ya más débil que otros como NordStream, pero todavía pasaban por esta infraestructura cerca de pasaban cerca de 15.000 millones de metros cúbicos de gas.
Esto provocó que las Reservas de Gas Europeas, registradas en GIE, marquen un mínimo del 37,63% de su capacidad a tres de marzo. Hace un año a estar mismas alturas estos almacenes rebosaban por encima del 60%. Esta diferencia de casi 23 puntos ha sido fundamental y los compradores estaban preocupados por un factor: la crudeza del mercado. Con un límite de llenar, como mínimo al 90% sus alforjas para el 1 de noviembre, los operadores acudían al mercado del gas natural licuado con la urgencia de tener que comprar con importantes primas en los precios. Ante esta situación han pedido insistentemente a la UE que relaje estos criterios para así poder acudir al mercado de forma más ordenada y, de esa manera, poder optar a contratos más baratos.
Desde Tempos Energía explican que las recomendaciones de flexibilidad ya estaban incluidas en la regulación vigente y que eran opciones que la UE podría activar sin necesidad de una cambio en la regulación. En ese sentido “se trata de un potente mensaje de que la UE seguirá apostando por estos límites y que garantizará la seguridad de suministro”, comenta la consultora.
Estas recomendaciones van en este línea. Bruselas también que, si se no se da algo de aire a los requisitos de almacenaje , se podría desatar una guerra de precios por el hidrocarburo, afectando a los consumidores. “Los países europeos no pueden permitirse desencadenar una carrera por el gas que acabe con precios altos para todos solo por los objetivos de recarga de las reservas”, asegura Simone Tagliapietra, investigador principal del think tank Bruegel en unas declaraciones recogidas por Bloomberg.
“La reducción de la demanda de inyecciones obligatorias alivia la presión sobre los precios de los contratos del verano” comentan desde Timera, con “una flexibilización de los mandatos que respalde una recuperación de los diferenciales invierno-verano”. La UE ha reiterado su intención de dar más flexibilidad a los objetivos de almacenamiento, sin proporcionar un calendario específico, ni apuntar nada en relación a este año, “apuntando a una estrategia de dejar pasar el tiempo, con el fin de no tensionar al mercado”, defienden desde Tempos.
Más flexibilidad
Las negociaciones llegan acompañadas de una recomendación para extender a 2027 los objetivos de reservas de gas. Aunque el objetivo del 90% de llenado para antes del invierno seguiría en vigor, el resto de objetivos intermedios pasarían a ser recomendaciones. Permitiendo desviaciones de hasta 5 puntos. Este nuevo marco regulatorio unido a propuestas como permitir prorrogar durante un mes el límite darían margen a las negociaciones de los compradores europeos en los mercados internacionales.
La propuesta aún no está aprobada definitivamente. Para ello deberá ser sometida a discusión tanto en el Parlamento como en el Consejo Europeo. Además esta medida formará parte de un debate más amplio en la Comisión Europea para reformar el marco de seguridad energética. Este modelo, que se puso en marcha con la guerra de Ucrania, ahora quiere ser revisado para optar a algo más estable. En los primeros documentos que se han ido filtrando se habla abiertamente de reformas permanentes como copiar el modelo japonés, con contratos a largo plazo y, especialmente, compras financiadas con dinero público de proyectos y explotaciones en el extranjero que garanticen un suministro estable.
“El almacenamiento de gas ha protegido a los ciudadanos de la UE del riesgo de interrupciones del suministro y, por eso, es crucial dar continuidad a esta herramienta”, ha explicado en el comunicado el comisario de Energía, Dan Jorgensen. De este modo el comisariado justifica una decisión salomónica, mantener dos años ese límite del 90% al tiempo que busca flexibilizarlo con medidas intermedias.