Fuente: El Economista
Estados Unidos, China y la Unión Europea quieren garantizarse un asiento en el gran juego geopolítico mundial que está provocando la transición energética.
La batalla mundial por las tecnologías limpias -con una carrera de subvenciones incorporada- está provocando un resurgir de la energía nuclear que muchos países han comenzado a replantearse como una opción para afrontar las incertidumbres de seguridad de suministro que está provocando tanto la guerra de Ucrania como los compromisos del Acuerdo de París.
Según la Nuclear Energy Agency, la energía nuclear debería pasar de los 394 GW de potencia instalada en estos momentos hasta los 1.160 GW en 2050 para poder cumplir los objetivos de reducción de emisiones y la compensación del previsible cierre de cerca de 3.000 plantas de carbón. Para lograrlo se necesitaría una mezcla de extensión de vida de los actuales reactores, nuevas plantas de tercera generación y el desarrollo de los llamado SMR (Small Modular Reactors).
Fruto de este escenario, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y la presidenta de la Unión Europea, Úrsula von der Leyen, crearon un grupo de trabajo en materia energética de máximo nivel que aspira a competir con la cada vez mayor colaboración entre Rusia y China, los únicos dos países que ya cuentan con estos minireactores nucleares en operación.
La central eléctrica flotante Akademik Lomonosov empezó a funcionar comercialmente en mayo de 2020. Dos SMR de demostración industrial se encuentran en fase avanzada de construcción: en Argentina (CAREM), un proyecto qe cuenta con una férrea oposicion de EEUU, y en China (HTR-PM) que está previsto que entren en funcionamiento en los próximos años.
Ambos bloques occidentales buscan fórmulas de colaboración para acelerar el desarrollo tecnológico de los SMR, tal y como se certificó el pasado 15 de marzo en la High Level Nuclear Round Table.
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Para finales de año, la UE y EEUU tienen previsto organizar una jornada en la que prevén estudiar los avances de esta prometedora tecnología, al tiempo que países como Alemania y España siguen adelante con sus procesos para abandonar definitivamente la nuclear.
Este próximo sábado, Berlín desconectará sus últimas tres centrales atómicas mientras Francia y Polonia han anunciado que piensan construir nuevos reactores. Las plantas proporcionan al país alrededor de un 6% de la electricidad en un momento de grave crisis energética que tendrá que sustituirse, a corto plazo, por carbón y previsiblemente a medio plazo por un mayor consumo de gas natural y de renovables.
La innovación en energía nuclear -especialmente en diversos SMR y sistemas de IV Generación- avanza con fuerza. Los nuevos diseños de pequeños reactores nucleares se encuentran en distintas fases de desarrollo, desde la investigación fundamental sobre nuevos conceptos hasta el despliegue comercial y la explotación de diseños maduros.
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En muchos casos, los SMR pueden literalmente cambiar las reglas del juego energético y ayudar a los gobiernos a alcanzar el objetivo de energía neta cero en 2050. Estas miniplantas, con una potencia máxima de 300 MW, pueden sustituir a los combustibles fósiles para la generación de electricidad, a los generadores diésel para las operaciones mineras e industriales fuera de la red, a los combustibles fósiles para la cogeneración de calor y electricidad para las industrias pesadas y la calefacción urbana, y permitir el tratamiento y la desalinización de agua a gran escala para producir agua potable limpia.
Estas necesidades tan diversas han impulsado el desarrollo de una amplia gama de tecnologías que varían en tamaño y configuración. Pueden ser terrestres o flotantes, instalaciones fijas o transportables.
Tecnologías a seguir
La Nuclear Energy Agency acaba de presentar un cuadro de mando en el que se pueden seguir los avances de 21 diseños de SMR hacia su primer despliegue (ver gráfico) de los cerca de 70 diseños en los que se está trabajando ya en todo el mundo, según la IAEA.
Interés creciente
William D. Magwood, Director General de la Agencia para la Energía Nuclear, ha asegurado que: “El sector nuclear está experimentando un nivel de interés y atención que no se veía desde principios de los años sesenta. Este interés se debe en gran medida a la oleada de innovación en los reactores modulares pequeños (SMR), que tiene el potencial de remodelar la forma en que la sociedad y la industria producen y utilizan la energía. Los próximos cinco a diez años serán cruciales para la comercialización de estas nuevas tecnologías”.
Prueba de este creciente interés es que un buen número de compañías ya están poniendo sobre la mesa importantes acuerdos para llevar a cabo desarrollos comerciales.
GE Hitachi Nuclear Energy (GEH), Tennessee Valley Authority (TVA), Ontario Power Generation (OPG) y Synthos Green Energy (SGE) han acordado trabajar conjuntamente para avanzar en el despliegue mundial del reactor modular BWRX-300 mediante la colaboración en el desarrollo de un diseño estándar que facilitaría a posteriori una reducción en los costes de instalación.
Los consejeros delegados de las empresas firmaron el pasado 24 de marzo un acuerdo de colaboración técnica en un acto celebrado en Washington, al que asistieron representantes de los gobiernos de los tres países. Cada una de las partes ha acordado financiar una parte del coste global del desarrollo de este diseño estándar, que GEH calcula que requerirá una inversión total de unos 400 millones de dólares.
Los participantes en esta alianza formarán un Grupo de Trabajo con el propósito de garantizar que el diseño pueda desplegarse en múltiples jurisdicciones, con el objetivo a largo plazo de que el BWRX-300 sea autorizado en Canadá, EEUU, Polonia y otros países.
Las tres empresas han ido más allá y han anunciado sus planes para este SMR: OPG ha comenzado la preparación de un emplazamiento en Darlington New Nuclear Project de Ontario para una central de este tipo que será el primer SMR a escala de red de Norteamérica; TVA está preparando una solicitud de permiso de construcción para el Clinch River Site cerca de Oak Ridge, Tennessee; y Orlen Synthos Green Energy (OSGE), una empresa conjunta de SGE y PKN Orlen, ha iniciado el proceso de prelicencia en Polonia para el reactor, así como el proceso de selección del emplazamiento para su primera unidad.
Asimismo, la polaca Last Energy, quiere desarrollar 10 centrales en la Zona Económica Especial de Katowicka (KSSE), en Polonia, y otras 24 en el Reino Unido. En total, los acuerdos representan contratos de compraventa de electricidad por más de 18.900 millones de dólares.
El operador polaco de renovables Respect Energy ha firmado también un acuerdo con EDF para cooperar en el desarrollo del SMR francés Nuward.
Presión francesa
Al mismo tiempo, China y Francia no se han quedado parados. La reciente visita del 5 al 7 de abril de Emmanuel Macron a Xi Jinping tuvo como resultado una declaración conjunta de ambos países en la que se acuerda que “Francia y China desarrollan una cooperación pragmática en el ámbito de la energía nuclear civil en el marco del Acuerdo de Cooperación para los Usos Pacíficos de la Energía Nuclear entre ambos gobiernos”.
Francia ha promovido en Europa un grupo de países de apoyo a la energía nuclear que pretende que esta tecnología sea considerada como una opción factible para la descarbonización.
Se están construyendo en todo el mundo un total de 58 reactores
Macron ha logrado, por el momento, que esta tecnología sea incluida dentro de la taxonomía europea como una inversión sostenible y que la Comisión Europea incluso se haya comprometido a destinar fondos a través de Euroatom para la investigación y el mantenimiento de este conocimiento en Europa.
Reino Unido y Corea del Sur han firmado también una declaración conjunta en la que manifiestan su acuerdo sobre la necesidad de una transición energética de los combustibles fósiles a fuentes de energía con bajas emisiones de carbono, las perspectivas de participación de Corea del Sur en nuevos proyectos de centrales nucleares del Reino Unido y los intercambios y cooperación de ambos países en energía eólica marina, hidrógeno y otras áreas de energías limpias.
Según los datos del Foro Nuclear, en estos momentos se están construyendo en todo el mundo un total de 58 reactores y hay 422 que están en operación.