Fuente: El Periódico de la Energía
En un contundente editorial, la Sociedad Nuclear Española ha expresado su profunda preocupación y ha instado al Gobierno a reconsiderar su decisión de cerrar las centrales nucleares en el país. La entidad destaca el papel crucial que desempeñan estas instalaciones en la estabilidad y sostenibilidad del suministro eléctrico nacional.
Con una capacidad de generación estable que abarca prácticamente el 90% de las horas del año, las centrales nucleares contribuyen significativamente al panorama energético español. Representan el 20% de la electricidad consumida en el país, lo que se traduce en una reducción de emisiones de CO2 de aproximadamente 20 millones de toneladas al año. Con una producción de 54.275.01 GWh y una potencia instalada de 7.117 MW, estas centrales constituyen solo un modesto 5,71% del total del parque de generación, evidenciando su eficiencia en relación con la producción.
La Sociedad Nuclear Española argumenta que la dicotomía entre energías renovables y nucleares es un “falso dilema”. Ambas fuentes de energía son complementarias y desempeñan un papel crucial en el avance hacia un futuro descarbonizado de manera robusta. La gestión del combustible gastado, que a menudo se presenta como un obstáculo, “ha sido técnicamente resuelta desde el inicio de la operación de estas instalaciones” destacan.
Eficiencia operativa
Uno de los puntos clave que destaca la Sociedad Nuclear Española es la inversión anual de alrededor de 30 millones de euros por reactor en mantenimiento y mejoras. Esta inversión, según indican, no solo garantiza la eficiencia operativa de las centrales nucleares, sino que también asegura los más altos estándares de seguridad. Además, agregan que los equipos humanos encargados de estas instalaciones “están debidamente preparados y formados para operar más allá del año 2035, desafiando así la propuesta de cierre”.
La entidad señala con preocupación que la posición de España frente a las centrales nucleares la deja aislada en comparación con la mayoría de los países europeos. La operación a largo plazo de reactores y la construcción de nuevas instalaciones son prácticas comunes en la mayoría de los países vecinos. Alemania es la única excepción en Europa que ha precedido a España en el cierre nuclear, pero “los resultados obtenidos no han sido ejemplares ni un referente para otros países” argumentan.
Así, la Sociedad Nuclear Española advierte que la negativa a continuar con la operación de las centrales nucleares no solo implica la pérdida de un recurso valioso para los ciudadanos, sino también la condena del país a la pérdida de tecnología, conocimiento y empleos especializados. “El cierre se presenta como una decisión basada en planteamientos ideológicos caducos, sin una justificación clara más allá de esa perspectiva”, añaden desde la sociedad, poniendo de manifiesto su preocupación por lo que consideran una medida que va en detrimento del progreso y la estabilidad energética de España.