Fuente: El Economista
El incremento de nueva potencia renovable en los próximos dos años aumentará el número de plantas eólicas y solares que tendrán que interrumpir su producción en algunas zonas de la red debido a la saturación de los nudos, lo que provocará que aumente la cantidad de energía renovable desperdiciada.
La fuerte penetración de renovables en España, está provocando un importante incremento de los vertidos de energía verde para poder garantizar el suministro de electricidad en el país. Esta situación se produce cuando Red Eléctrica se ve obligada a desconectar algunas centrales renovables, que tienen que interrumpir su producción (lo que se conoce como curtailments) en zonas de la red donde se quiere inyectar más energía de la que las redes pueden soportar en condiciones de seguridad y estabilidad.
Concretamente, los vertidos en España han pasado del 0,1% al 1,2% de la energía, aunque lejos aún del 5% de una red eficiente que marca el reglamento europeo. No obstante estos curtailments no están uniformemente repartidos, ya que hay zonas de España que superan ampliamente este porcentaje, llegando incluso a valores próximos al 10% en algunos nudos de la red típicamente eólicos. El coste de los mismos supondría alrededor de 25 euros por hogar, ya que las restricciones técnicas ascendieron a 1.104 millones, un coste modesto en comparación con el resto de Europa.
“En el sector eólico hemos visto cómo los curtailments han aumentado exponencialmente en los últimos tres años”, señala Tomás Romagosa, director técnico de la Asociación Empresarial Eólica (AEE). “De 2020 a 2021 hubo un incremento importante. En 2022 ha seguido la tendencia ascendente y, en los tres primeros meses de 2023, han aumentado un 500,14% con respecto al año anterior”, explica.
Concretamente, la energía renovable limitada o recortada fue de 82,6 GWh en 2022, de los que 78,5 GWh fueron eólicos. A la solar fotovoltaica se le recortó 0,2 GWh. Hasta el 31 de marzo de 2023, ya se han limitado 113 GWh renovables, de los que 106 GWh son eólicos. De esos 113 GWh, 72 GWh no se remuneran, “lo que supone un impacto económico importante sobre los modelos financieros de los parques”, afirma Romagosa. Esta situación está perjudicando tanto a los productores como al sistema en general, porque esa energía renovable que no se está pudiendo inyectar a la red y que se está desperdiciando, “además de no poderse comercializar en el mercado, se tiene que generar mediante otras tecnologías fósiles en otros puntos de España que no están colapsados para compensar el balance entre generación y demanda”, dice el director técnico de la asociación eólica.
Los curtailments están afectando, especialmente, a los parques eólicos más antiguos. “Estos aerogeneradores no disponen de una electrónica de potencia que les permita parar de forma progresiva, de manera que cuando el operador del sistema les impone una consigna de parada, tienen que hacerlo de forma instantánea, y esto provoca roturas, averías y desgastes importantes de algunos componentes, obligando a invertir en su sustitución”, añade el representante de AEE.
Los vertidos en España han pasado del porcentaje del 0,1% al 1,2% de la energía
El problema que viene es de tal magnitud, “que incluso con el almacenamiento no se va a poder solucionar del todo”, afirma Romagosa. “La disminución progresiva de demanda eléctrica que estamos experimentando, junto con los elevados excedentes de generación fotovoltaica que entrarán en el sistema, pueden provocar que las baterías no puedan evacuar toda la energía almacenada en otras horas del día”. “Entre todos -añade- deberíamos conseguir fasear las instalaciones, de manera que no se instale toda la nueva potencia renovable a la vez, sino que se vaya instalando de forma gradual y coordinada con las actuaciones de la Planificación de la Red de Transporte, sin que eso penalice a las empresas, ni se les quiten los accesos”.
El Miteco está al tanto del problema. “Además, desde AEE estamos preparando una serie de análisis, con datos, escenarios y simulaciones. Ahora mismo el Ministerio está en proceso de actualizar el PNIEC y pensamos que es el momento de replantearse esto en detalle”, concluye Romagosa.
Desde el sector solar fotovoltaico también ven con preocupación cómo el problema de los curtailments se está agudizando, cada vez con más frecuencia, en determinados nudos. “El inconveniente ya está aquí”, señala José Donoso, director general de UNEF. “El problema es que según vaya pasando el tiempo y se vaya incorporando más potencia, si la demanda no crece, nos encontraremos con que esta situación se hará más frecuente”, añade. Lo cierto es que hay muchísima generación con accesos ya concedidos que han conseguido superar el hito de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) positiva.