Fuente: El Economista
La demanda eléctrica cerró 2023 en niveles similares a los de 2003. Desde 2018 no ha parado de descender y, salvo por el ‘efecto rebote’ tras la pandemia, el consumo ha caído de manera ininterrumpida en casi 13 millones de GWh en seis años. No obstante, en lo que llevamos de año la tendencia ha dado un giro. Según los datos publicados este martes por Red Eléctrica, la demanda eléctrica ha crecido un 0,7% en el primer semestre del año y es 836.244 GWh superior a la registrada entre enero y junio de 2023.
Sin embargo, en términos absolutos la demanda ha quedado fijada en 120,89 millones de GWh, tan solo un 0,35% por encima del arranque de 2020, en plena irrupción del confinamiento.
La demanda cayó en 7 millones de GWh en 10 años
Demanda eléctrica en España en el primer semestre del año, en miles de GWh.
La caída de la demanda ha venido acompañada de un aumento súbito de la capacidad instalada, al ritmo del ‘bum’ de las renovables. Mientras que el consumo cayó casi un 9% entre 2018 y 2023, la generación aumentó un 21% en el mismo periodo; de 104 GW a 126 GW.
Este fenómeno ha impactado sobre el precio de la electricidad, ya que ha desacoplado la producción de energía de su consumo y ha presionado a la baja los precios eléctricos. Por otro lado, también ha puesto de relieve la necesidad de España de atraer a grandes usuarios de energía, como el sector de los data centers y otras grandes industrias; para tratar de reflotar la demanda.
No obstante, para atraer a todos esos grandes clientes de energía eléctrica, así como las nuevas necesidades de movilidad sostenible, la red debe tener capacidad para integrarlos. Para solucionar este cuello de botella, el sector considera que es necesario elevar las inversiones en redes. El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) cifra las inversiones totales energéticas hacia ese año en 294.000 millones de euros, de los que el 18% irá a redes (unos 53.000 millones de euros), aunque desde la industria reclaman una mayor ambición.