Fuente: El Economista
La cogeneración acaba de lanzar una potente señal de socorro al Gobierno. Acogen, la patronal del sector, advierte de que las plantas han vuelto a parar por la falta de un marco normativo claro y alerta de que de seguir sin cambios esperan que en junio puedan colapsar el 100% de las instalaciones.
La anunciada reforma de la metodología de retribución -prevista para el pasado mayo- sigue sin concretarse y el Gobierno ha decidido prorrogar la regulación de 2022 hasta que presente su nueva propuesta regulatoria.
El Gobierno prometió a finales de diciembre que esta metodología estaría lista en breve pero el sector sigue esperando los detalles y lamenta la profunda incertidumbre que les genera a la hora de planificar. Además, con la actual regulación las previsiones de precios se incumplen ya que el mercado mayorista de la electricidad no está reflejando las cifras marcadas por el Ejecutivo, ni los precios del gas natural.
Este desacoplamiento se hará mucho más grave en junio cuando está previsto que el Gobierno tenga que revisar -presumiblemente a la baja- los precios del gas y mantenga la previsión de precios de la electricidad. Esta situación supondrá que todas las plantas pierdan su retribución regulada y les llevará a paralizar su producción.
Este extremo puede además implicar un problema añadido para el sector eléctrico ya que de reducirse la producción de estas instalaciones se incrementa a su vez la demanda de electricidad y esto supone dejar los márgenes de seguridad de suministro eléctrico en una situación extrema. De hecho, la propia CNMC reconoce que los abultados retrasos por parte del Gobierno para publicar las retribuciones del sector provocan un riesgo para el suministro de electricidad.
“La importancia de tener en cuenta la generación de dichas instalaciones en la cobertura de la demanda es un elemento fundamental para garantizar la seguridad de suministro y por ello la decisión de los agentes de acogerse a retribución regulada o al mecanismo de ajuste según el RDL 17/2022 no debería sostenerse en factores tales como la incertidumbre sobre cuáles serán los valores resultantes de la actualización de los parámetros que se introduzcan con la revisión normativa correspondiente” indica la CNMC.
Parada en enero
Con esta situación, a lo largo de las primeras semanas de enero, la producción de las cogeneraciones ha caído ya un 42% ante los riesgos de una regulación que impide gestionar las plantas en los mercados.
Este extremo ha provocado que incluso procesos de venta como el que estaban llevando a cabo tanto Iberdrola como Neoelectra hayan tenido que suspenderse por la profunda incertidumbre y el golpe que supone la actual regulación a sus niveles de liquidez. El sector está preparando ya demandas por 500 millones de euros por los daños y perjuicios provocados tras quedar fuera de la excepción ibérica.
Los cogeneradores vieron como a finales de octubre se publicaban las retribuciones correspondientes a 2020 y 2021 en la que se les aplicaba un recorte de 110 millones justo después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se comprometiera a resolver una situación que afecta notablemente a la industria de la cerámica, alimentación, vidrio, papel o refino.
En lo que va de enero la producción se ha reducido ya un 42% por la inseguridad jurídica
La CNMC reconoce en su informe que es incapaz de calcular el impacto real de estas medidas por la acumulación de reliquidaciones pendientes de los años 2018, 2019 y 2022. El caos llega a tal extremo que el organismo ha pedido que se aplique una revisión automática de las retribuciones para reducir la incertidumbre de los operadores y que de este modo puedan tomar las decisiones de funcionamiento adecuadas.
Pese a esta petición, el Gobierno hizo oídos sordos y volvió al mecanismo del primer semestre de 2022, un ejercicio que ha supuesto un auténtico desastre para la cogeneración, con un 34% de caída de la producción, debido a la espeluznante parada del 53% de las plantas en el segundo semestre cuando se discriminó a esta tecnología excluyéndola del mecanismo de topado.
Posteriormente, tras la promesa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de resolver esta situación, el Ministerio incluyó a las plantas en el mecanismo y aprobó las retribuciones pendientes. Para el sector es escandaloso que dos de cada tres cogeneraciones hayan parado en 2022 en un sector regulado al que la ley garantiza la cobertura de costes, lo que indica que el Ministerio no ha sabido adaptar la regulación al difícil contexto, dejando que la actividad colapsara con graves consecuencias, daños y perjuicios para las plantas y sus industrias asociadas.
El choque con la cogeneración se produce en un momento delicado para las relaciones entre Transición Ecológica y la Generalitat Valenciana. El presidente valenciano, Ximo Puig, que ha reivindicado en numerosas ocasiones los problemas que mantenía este sector, se enfrenta ahora a Teresa Ribera en una nueva guerra del agua donde el Gobierno ha reducido las cantidades que podrán recibir los agricultores.