Fuente: El Economista
La Comisión Nacional de Mercados y Competencia acaba de presentar la reforma de la Circular por la que se establece la metodología para el cálculo de los peajes de transporte y distribución de electricidad. El organismo que preside Cani Fernández ha planteado un sistema que permitirá reducir y repartir el impacto en los consumidores por la facturación del término de energía reactiva.
La energía reactiva aparece en las instalaciones eléctricas cuando se utilizan aparatos que necesitan crear campos magnéticos y eléctricos para su funcionamiento (esto es, aparatos que disponen de bobinas y condensadores, tales como los motores de los frigoríficos y congeladores, los ascensores, los fluorescentes o los transformadores, entre otros). Este tipo de energía provoca pérdida de potencia útil en las instalaciones, aumento de las pérdidas, sobrecalentamientos de los conductores eléctricos, menor rendimiento en los aparatos eléctricos conectados y caídas de tensión y perturbaciones en la red eléctrica, lo que induce una serie de costes que deben ser trasladados a los usuarios que los inducen.
La nueva normativa de la CNMC pretende fijar el sistema de cálculo de estos cobros y para reducir el impacto sobre los consumidores ha propuesto una laminación de estos costes.
El impacto de la laminación de los desvíos positivos de ingresos y costes anteriores a 2023 implica, según la CNMC, imputar en menor medida los desvíos positivos registrados en la liquidación del 2022 con objeto de minimizar la variabilidad de los peajes de años posteriores. De este modo, la repercusión sobre los distintos grupos tarifarios dependerá de cuánto pesa la retribución del transporte y la distribución en la composición de sus peajes.
Según los cálculos del organismo regulador, en términos medios, los peajes del ejercicio 2024 aumentarían un 0,1%, los del ejercicio 2025 aumentarían un 2,9% y los del ejercicio 2026 un 1,3%, frente al -6,5%, el 9,0% y el 6,2% que resultarían si se aplicara la actual Circular 3/2020 -que se reforma con esta medida- para los mismos ejercicios.
Esta variabilidad de precios es especialmente relevante para los consumidores acogidos a los peajes 6.3 TD y 6.4 TD -grandes industrias-, motivado porque la incorporación de los desvíos coincide en el tiempo con la salida de la retribución de las instalaciones con puesta en marcha anterior a 1998.
De mantener la metodología de la Circular 3/2020, los peajes de acceso a las redes de transporte y distribución se reducirían para todos los consumidores en el ejercicio 2024 para después volver a aumentar en el ejercicio 2025 en el caso de los consumidores conectados en distribución, mientras que para los consumidores conectados en la red de transporte se volverían a reducir en 2025 para aumentar sustancialmente en el ejercicio 2026.
La CNMC lleva a cabo estos cambios teniendo en cuenta las sentencias del Tribunal Supremo relativas a la declaración de la lesividad de los ejercicios 2016 a 2019 y del ejercicio 2020 y las retribuciones de la actividad de distribución de los ejercicios 2017 a 2019 y se ha iniciado el trámite de audiencia de la resolución por la que se actualiza la retribución de la distribución del ejercicio 2020, a las que seguirán la actualización de las retribuciones de los ejercicios 2021 a 2023.