Fuente: Cinco Días
Los expertos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) han asegurado este miércoles ante el juez de la Audiencia Nacional que juzga a Iberdrola Generación por la presunta manipulación de los precios de la luz a finales de 2013 que la conducta de la compañía fue “agresiva” y que no encontraron una “justificación lógica” que explicara la inflación.
Los tres peritos han comparecido en la vista oral como testigos después de que la semana pasada compareciera, también en calidad de testigo, el exministro de Industria en la época de los hechos, José Manuel Soria. El exdirigente popular señaló que, al detectar que pasaba “algo raro”, su departamento solicitó al órgano regulador que analizara qué era lo que estaba provocando una subida “inusual” en el coste de la electricidad y que las conclusiones del examen provocaron la nulidad de la subasta Cesur que se celebró el 19 de diciembre de 2013, ya que hallaron “circunstancias atípicas”. Una explicación similar dio unas semanas antes el que fuera secretario general de Energía Alberto Nadal durante su testifical en este juicio.
Con este contexto, el ex director de Energía de la CNMC Fernando Hernández Jiménez-Casquet y otras dos peritos han ratificado los informes que emitieron para dilucidar qué factores estaban provocando el incremento del precio de las ofertas de las centrales hidráulicas de Iberdrola en las cuencas del Duero, Sil y Tajo, entre el 30 de noviembre de 2013 y el 23 de diciembre de 2013. En este sentido, han señalado que a la vez que el la energía de producción hidráulica que se casaba “se reducía de forma particularmente abrupta” a partir de finales de noviembre, las ofertas eran cada vez más altas.
En esta línea, y a preguntas del fiscal Antonio Romeral, Hernández Jiménez-Casquet ha indicado que compararon las reservas de agua en los embalses que había en ese periodo con la existente el mismo periodo de los dos años anteriores y comprobaron que en 2013 eran el doble que en 2012 y similares a 2011. “Y pese a eso de reduce la producción un 23% de media”, ha añadido. En otras palabras, para el exresponsable de la sección de Energía del órgano regulador la conducta de la compañía presidida por José Ignacio Sánchez Galán fue “agresiva” porque decidió “vender menos conforme los precios subían”.
Es más, ha indicado que la CNMC advirtió a todas las empresas energéticas de que se había abierto una investigación al mercado en general y ello provocó la reacción en algunas compañías. Según ha explicado, Endesa desembalsó más cantidad, pese a que los niveles de los embalses entonces eran muy parecidos a los de Iberdrola; mientras que Unión Fenosa sí redujo la generación hidráulica como la compañía que está siendo juzgada, aunque para los expertos esta conducta era más “comprensible”, dado que sus embalses estaban “por debajo del 25%”.
La sequía no era relevante
Por otro lado, los peritos de la CNMC han refutado una de las principales líneas de defensa de Iberdrola Generación: la escasez de lluvia a finales del año 2013. Según los testigos, este hecho “no tenía relevancia” debido a que sí existían reservas. A ello, han agregado que la sequía no había sido tenido en cuenta por Iberdrola en otros periodos de situación similar.
Por estos hechos, con los que Iberdrola Generación habría obtenido un beneficio de 21,5 millones de euros, la CNMC multó en noviembre de 2015 a la empresa con 25 millones de euros. La sanción abrió la puerta a la presentación de una querella por parte de la Fiscalía Anticorrupción ante la Audiencia Nacional, que ahora se juzga. El ministerio público pide a la compañía una multa de 84 millones de euros (el cuádruplo de las ganancias), así como la indemnización total de 107 millones de euros –que deberá satisfacer de manera conjunta y solidaria con los cuatro exdirectivos de la energética acusados– para reparar el daño causado a comercializadoras de energía eléctrica y al resto de personas físicas y jurídicas que acrediten que fueron perjudicadas.
En “beneficio” de los consumidores
En la sesión de este miércoles también han comparecido los peritos de la consultora Nera, aportados por Iberdrola, y han dado una versión distinta a la CNMC. Los peritos de parte han defendido que la conducta de la compañía energética era “coherente” y en “beneficio” de los consumidores, ya que buscó ahorrar agua emabalsada con la previsión de que el gas se iba a encarecer.
En su opinión, si Iberdrola hubiera mantenido la producción de energía de las centrales hidráulicas, “los embalses habrían bajado a niveles mínimos”, lo que, en consecuencia, hubiese provocado el vaciado de los embalses y “una situación preocupante o peligrosa”.
Asimismo, los peritos de Iberdrola no comparten con la CNMC el estudio que hizo sobre los niveles de agua en los embalses, pues, según han indicado, el nivel de precipitaciones a finales de 2013 fue “seis veces menor” que un año antes. De hecho, han precisado que la cantidad de agua de lluvia en las cuencas del Duero, el Sil y el Tajo se redujo antes que en otras zonas, lo que explicaría que Iberdrola hubiera actuado antes que otras compañías.
Por último, estos testigos no solo han descartado que la compañía tuviera algún beneficio con la subida de precios, sino que han asegurado que “realmente perdió dinero”.