Fuente: El Economista
El petróleo necesita los recortes de producción que está llevando a cabo la OPEP+ (el cártel que recoge a la OPEP y sus aliados externos) para intentar mantener un equilibrio entre la oferta y la demanda y, ni siquiera estos van a ser suficientes para evitar que haya un exceso de producción de esta materia prima durante el año 2024. Esta es la conclusión a la que llega la Agencia Internacional de la Energía (AIE) en su primer informe del ejercicio, en el que avisan que, después de cerrar el 2023 en equilibrio, en 2024 el crudo va a volver a entrar en una situación de sobreoferta, un desequilibrio que suele presionar a la baja a los precios del recurso energético. La AIE cifra en una media de 800.000 barriles diarios la cantidad de crudo que va a sobrar, después de recortar a la mitad su previsión de aumento de demanda este año, e incrementar la estimación de producción que llegará por parte de los países que no forman parte de la OPEP+, como EEUU, Brasil, Canadá o Guyana.
El principal elemento que va a contribuir a generar una sobreoferta de petróleo en 2024 es el frenazo en el crecimiento de la demanda. Este año va a ser especialmente pronunciado, ya que, según las previsiones de la IEA, el ritmo del consumo va a reducirse a la mitad, pasando de los 2,3 millones de barriles diarios de crecimiento medio en 2023, hasta los 1,2 millones en 2024. Que se vaya a alcanzar un nuevo récord histórico de consumo de petróleo, como espera la IEA, en los 103 millones de barriles diarios este año, no debe engañar al inversor: el ritmo de crecimiento del consumo está bajando a marchas aceleradas. “La fase de crecimiento del consumo en la demanda mundial de petróleo ya ha terminado”, explica la agencia en su informe.
Al mismo tiempo, la oferta de petróleo también sigue acelerando, y lo hará a un ritmo más rápido que la demanda, según la AIE, incluso a pesar de los recortes de producción que está llevando a cabo la OPEP+, el cártel que recoge a grandes productores como Arabia Saudí y Rusia. Estas economías dependen en gran medida del crudo para mantener su buena salud, y los esfuerzos que están teniendo que hacer para tratar de mantener el petróleo en equilibrio son el mejor ejemplo de que petróleo sobra en este momento en el planeta. Según los cálculos de la Agencia, la OPEP+ ha mantenido su producción 5,75 millones de barriles por debajo de su capacidad durante el mes de enero.
De hecho, hay cuatro países que serán, según los cálculos de la agencia, los grandes responsables del aumento de la producción que se espera para este año: Estados Unidos, Brasil, Guyana y Canadá, las cuatro economías que van a liderar el aumento de oferta en 2024. “La oferta de petróleo va a aumentar 1,7 millones de barriles diarios en 2024, hasta una cifra récord de 103,8 millones de barriles diarios en 2024, con los países que no son de la OPEP+ siendo responsables del 95% del aumento de oferta”, señala la IEA.
Riesgo de una sobreoferta aún mayor
La agencia avisa de que lo ocurrido durante el mes de enero en el mercado del crudo no es representativo de la realidad fundamental que vive ese mercado. En enero, tormentas de invierno han forzado un deterioro de la producción en Norte América, algo que, combinado con un aumento en el recorte de oferta de la OPEP+, ha generado una “caída masiva” de la oferta, de unos 1,4 millones de barriles diarios. Esta contracción será sólo un bache circunstancial, de corto plazo, ya que “la ola de nueva oferta de los países fuera de la OPEP+ va a continuar en el segundo trimestre”, destaca la agencia. Una vez se solucione la situación circunstancial de enero, la sobreoferta regresará al mercado con fuerza.
Tampoco hay que olvidar que el cártel de productores y sus aliados tienen un historial de dudoso cumplimiento de sus compromisos de recorte de oferta, algo que impide fiarse por completo de las cifras de oferta que publican. Es más, para la IEA, aunque Arabia Saudí se haya comprometido aumentar su recorte de oferta en otros 900.000 barriles diarios este trimestre, en enero el recorte ha sido sólo de 330.000 barriles diarios, una cantidad muy por debajo de las cifras comprometidas.
El pacto de productores tampoco está exento de riesgos, y siempre existe la posibilidad de que un desacuerdo, como el que se vivió durante la pandemia de Covid entre Arabia Saudí y Rusia, pueda hacer que el pacto salte por los aires, lo que sería una nueva fuente de presión bajista para los precios del barril. La AIE avisa de que la sobreoferta puede ser mayor a partir de marzo, si la alianza de productores acuerda abrir los grifos y aumenta su producción. Es una hipótesis bajista que podría no ocurrir, ya que en marzo se volverán a reunir y, por el momento, todo apunta a que volverán a ampliar el pacto en los niveles actuales.