Fuente: El Economista
En octubre el gobierno japonés se planteaba extender la actividad de las plantas nucleares. Este sábado el gabinete del primer ministro, Fumio Kishida, anunciaba la aprobación de esta medida, en la que los reactores podrán funcionar más allá de los 60 años de vida útil máxima. De esta forma, se renovarán las infraestructuras, con la construcción o la reconversión de reactores para que se rijan por la “transformación verde” del gobierno.
Esta política afectará también a aquellas plantas que ya han superado los 60 años, una decisión que ha provocado preocupación, ya que la mayoría cesaron su actividad tras el desastre de Fukushima en 2011, una catástrofe que hizo que se limitara la vida útil operativa de los reactores a 40 años, a los que se les puede sumar otros 20 si se aplican ciertas medidas muy estrictas.
Esta decisión se ha tomado ante la crisis de suministro y el aumento del precio de la energía por la guerra en Ucrania. “La invasión rusa ha transformado enormemente el panorama energético mundial”, apuntaba Kishida cinco meses atrás. Akira Ishiwatari, encargado de la evaluación de terremotos y tsunamis de la Autoridad de Regulación Nuclear (NRA) de Japón señaló al medio nipón NHK que esta medida no iba a mejorar la seguridad.
El proyecto de ley no tardará en llegar al parlamento, donde previsiblemente las críticas de la oposición irán dirigidas hacia la promesa que hizo el primer ministro de no construir ni renovar reactores nucleares tras el segundo desastre nuclear de la historia, solo detrás de Chernobyl. Desde agosto, el plan del gobierno es construir siete reactores, que se sumarán a los 10 que ya se pusieron en marcha en 2021. Para 2030 se espera que la energía nuclear represente entre el 20 y el 22% del suministro eléctrico total del país.
Según World Nuclear Association, Japón cuenta con 33 reactores operativos, siendo el quinto país con mayor número, en un ránking liderado por Estados Unidos (92), Francia (56) y China (55). También consta que los japoneses tienen dos reactores en construcción, uno planificado y ocho propuestos.
Estados Unidos y Europa
El debate sobre la energía nuclear lleva sobre la mesa desde hace décadas. Durante el último año, mientras otros países europeos como Alemania o Bélgica se replantearon su postura antinuclear, España mantuvo su rechazo a esta energía. De hecho, el Ejecutivo continúa con su objetivo de cerrar las centrales entre 2027 y 2035. Pese a los planes de desmantelamiento, en 2022 la energía nuclear supuso el 20,2% en nuestro país, según Red Eléctrica.
Por otra parte, la administración de Joe Biden ha anunciado en los últimos años diversos planes de ayuda para las centrales nucleares. El pasado mes de octubre el Departamento de Energía anunció ayudas de 150 millones de dólares para impulsar la investigación y el desarrollo de la energía nuclear, que es la tercera mayor fuente de electricidad en el país