Fuente: El Economista
Holaluz suma a sus problemas financieros la devacle de cartera de clientes. La firma que preside Carlota Pi perdió 49.053 usuarios entre el primer trimestre de este año con respecto al mismo periodo del año pasado, según los últimos datos publicados por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). La eléctrica es, por tanto, la comercializadora que más puntos de suministro se deja del mercado libre, con una caída del 20%. En términos absolutos la empresa que mayor número de clientes perdió fue Iberdrola, con 259.539 clientes menos —253.586 si se cuentan los clientes del mercado regulado—, lo cual supuso el 3,43% de su base de clientes.
Holaluz, una de las comercializadoras con más proyección con la apertura del mercado de distribuidoras, ha pasado de ser la tercera entre las minoritarias por número de consumidores —por detrás de Fenie Energía y CHC, empresa que fue adquirida por Repsol— a ocupar la quinta posición en el arranque del año, superada por Plenitude (propiedad de la petrolera italiana ENI) y Factor Energía.
Precisamente, la firma que preside Emili Rousaud ha sido una de las compañías que más han crecido en el último año, con 47.416 altas —un 32,33% más—. Sin embargo, el nuevo campeón entre las pequeñas distribuidoras es Octopus Energy, un grupo de renovables británico con el objetivo alcanzar el millón de clientes en España de cara a 2027. Esa cifra aún queda lejos, ya que la firma contaba con 120.413 suministros a principios de 2024. No obstante, la eléctrica es, con diferencia, la que más crece entre las eléctricas y ha conseguido multiplicar por 7,6 veces su base de usuarios con respecto a inicios de 2023.
En el verano de 2022, cuando se llegó al pico de precios energéticos tras la guerra de Ucrania, los consumidores buscaron refugio en las grandes comercializadoras, con mayor músculo financiero para aguantar los precios. Esto hizo descender en cuestión de un año casi en 800.000 el número de clientes de las comercializadoras alternativas —de una cuota de mercado del 19,8% hasta el 14,5%, con unos 3,091 millones de clientes—.
La firma catalana fue una de las más afligidas por este revés en el mercado eléctrico, a lo que se sumó la crisis en la instalación de plantas de autoconsumo a particulares. Holaluz perdió en 2023 un total de 26 millones de euros, cinco veces más que el año anterior. Desde entonces la empresa que dirige Pi no ha terminado de levantar cabeza y el pasado julio fichó a PwC para negociar la reordenación de su deuda con la banca, a lo que sumó la prórroga por dos años de un pagaré que caducaba a mediados del mes pasado.
Holaluz alcanzó los 318.330 clientes a finales de 2021, pero desde entonces su base de clientes se ha ido acortando hasta verse reducida en 2024 casi un 40%.
Según el Informe de Supervisión de los Cambios de Comercialización de la CNMC, la otra fuente de datos para movimientos de compañías que ofrece datos con un desfase de un año, la tasa de rechazo —las solicitudes de cambio— de Holaluz en el tercer trimestre del año pasado fueron las segundas más altas. En concreto, sufrió una tasa del 13,2%, mientras que la primera fue SolarProfit, otra de las firmas catalanas en el ojo del huracán por sus problemas financiero y su filial, Profit Energy, registró una tasa del 16,7%.
Repsol, la que más crece entre las grandes
En el lado opuesto de la balanza, de entre las grandes energéticas la que mantuvo un ritmo más intenso fue Repsol. La multienergética, que ha sido duramente criticada por empresas como Naturgy por “subvencionar” su estrategia eléctrica con petróleo, creció un 10% en el mercado libre y regulado al sumar los clientes de CHC.
En concreto, la firma ganó 185.253 clientes en un año hasta los 1,88 millones. Mientras, Endesa perdió un 1% —102.173 clientes— e Iberdrola un 2,44% —253.586—.