Fuente: El Periódico de la Energía
La aprobación formal de la Directiva sobre energías renovables de la UE se ha pospuesto tras una objeción de última hora de París, que quiere más “garantías” sobre el hidrógeno bajo en carbono derivado de la energía nuclear.
La directiva sobre energías renovables (RED III) estaba en proceso de aprobación formal el miércoles 17 de mayo, después de que los países de la UE y el Parlamento Europeo alcanzaran un acuerdo político provisional el 30 de marzo tras meses de tensas negociaciones, ya que Francia, respaldada por los países del Este de la UE, pretendía que el “hidrógeno bajo en carbono” producido a partir de energía nuclear se tratase igual que al resto de tecnologías renovables.
Así, ese aspecto del acuerdo estaba consagrado en el artículo 22b de la directiva, que establece objetivos de hidrógeno limpio para descarbonizar la industria europea.
Falta de apoyo
De esta manera, la presidencia sueca se ha negado a comentar las razones del retraso, pero todo parece apuntar a que no ha habido apoyo suficiente para aprobar la ley. Además, fuentes diplomáticas europeas culpan a Francia. “París está jugando duro para obtener concesiones. La ley ha sido tomada como rehén por intereses nacionales muy estrechos”, declaran.
Fuentes francesas confirmaron a Euractiv que el retraso está relacionado con la preocupación por la energía nuclear y su estatus en la directiva de renovables.
El compromiso político sobre el artículo 22b “es una victoria para la consideración de la energía nuclear a nivel europeo” porque “permite a los Estados miembros de la UE con una cuota significativa de hidrógeno bajo en carbono limitar la cuota requerida de hidrógeno renovable”. “Esta es la razón por la que Francia desea aclarar las modificaciones introducidas por Bélgica y los Países Bajos en la aplicación de los objetivos relativos al hidrógeno”, prosigue la fuente francesa.
París también desea, en términos más generales, “obtener garantías sobre los medios aplicados a escala europea para alcanzar los objetivos” de la directiva sobre energías renovables, de modo que Europa pueda “construir un plan de descarbonización que haga aguas”.
Discusión
No está del todo claro qué pretende obtener París con el retraso, aunque los galos aseguran que está relacionado con el papel de la energía nuclear en “la aplicación de los objetivos del hidrógeno” acordados en la directiva.
“Actualmente estamos discutiendo con la Presidencia, nuestros socios y con la Comisión para tener en cuenta estos elementos que deberían beneficiar a toda la industria europea”. “El objetivo es concluir el texto muy rápidamente, bajo la Presidencia sueca, con estos ajustes”, añadió la fuente.
Sin embargo, algunos sugieren que Francia está utilizando el retraso como una forma de ganar más apoyo para la energía nuclear.
Precedente alemán
A estas alturas del proceso legislativo, cuando el texto ya ha sido acordado por los representantes de los países de la UE y el Parlamento Europeo, se acepta en general que no se reabrirá y que se trata simplemente de un acuerdo que hay que refrendar.
El retraso recuerda a las turbulencias que se produjeron durante los acuerdos finales sobre las normas de CO2 para los automóviles, y a algunos les preocupa que esto refuerce el precedente de los grandes países de la UE que tiran la casa por la ventana para conseguir concesiones.
ReFuel EU
El aplazamiento del acuerdo sobre la directiva de energías renovables de la UE tiene consecuencias para otro acto legislativo relacionado con los combustibles ecológicos para la aviación, denominado ReFuelEU.
El acuerdo final sobre la normativa ReFuelEU también se retrasó porque algunos Estados miembros, entre ellos Alemania, dejaron claro que su apoyo al expediente dependía de la aprobación de la ley sobre energías renovables.
Las presiones de los Estados miembros, con Francia a la cabeza, para incluir los combustibles sintéticos bajos en carbono en ReFuelEU supusieron un importante escollo durante las negociaciones de la normativa sobre combustibles ecológicos para reactores, lo que provocó el fracaso de las conversaciones en diciembre.
Sin embargo, las aclaraciones sobre el uso de hidrógeno derivado de la electricidad nuclear logradas en el marco del acuerdo sobre la legislación sobre energías renovables reanudaron las conversaciones y condujeron a un acuerdo el 25 de abril. Según este acuerdo, los combustibles sintéticos de bajo contenido en carbono producidos con energía nuclear podrán utilizarse como combustible de aviación sostenible.
“El enfrentamiento en curso entre Francia y Alemania, esta vez en torno al papel de la energía nuclear en la Directiva sobre energías renovables, está torpedeando ahora los combustibles de aviación sostenibles de la UE” comentan fuentes cercanas a la Comisión.
Si se encuentra una solución al punto muerto de la legislación sobre renovables, es probable que también se apruebe el expediente sobre combustibles sostenibles para aviones. La Presidencia sueca afirma que las conversaciones continúan, pero aún está por ver cómo avanza en su intento de aprobar la ley.