Fuente: El Economista
ACER y CEER -los reguladores europeos- denuncian en su informe sobre la evolución del mercado minorista de electricidad y gas natural que los precios de la energía están bajando a un ritmo más lento que el que experimentaron durante 2022 cuando los precios de los mercados mayoristas subían.
Ambos organismos coinciden en que 2022 fue un año sin precedentes para los consumidores de energía y los mercados minoristas de la UE, ya que la recuperación pospandémica y la invasión rusa de Ucrania provocaron un aumento en los precios mayoristas de la energía que luego impactó fuertemente en las facturas de los consumidores.
En la mayoría de los Estados miembros, los precios minoristas de la electricidad y el gas aumentaron significativamente en respuesta a dichos aumentos de los precios.
Ante esta situación, los reguladores han lanzado una batería de medidas con la intención de perfeccionar la respuesta ante este tipo de escenarios entre las que figura la necesidad de mejorar el seguimiento y simplificar el acceso a la información, para que los consumidores puedan participar más, incluso en situaciones de mercado en rápida evolución.
Para ello reclaman que las herramientas de comparación de precios que cubran todo el mercado cumplan con los estándares establecidos por la legislación de la UE. Es clave que los consumidores puedan comprender sus facturas y estén en condiciones de tomar decisiones informadas sobre su consumo de energía. La práctica demuestra que los consumidores domésticos de electricidad están dispuestos a reducir su consumo energético en las horas punta.
Durante la crisis, los gobiernos de cada Estado miembro intervinieron para apoyar a sus consumidores residenciales e industriales. Este apoyo tiene un coste para los presupuestos nacionales. Una lección importante de 2022 es la necesidad de orientar más las medidas de apoyo (si es necesario) e incentivar la reducción del consumo de energía. Hoy mismo se producirá una reunión clave en Bruselas con varios estados alemanes que piden que se pueda subvencionar los precios de la energía.
En algunos Estados miembros aumentó la adopción de contratos de precio fijo
La crisis provocó reducciones de la demanda, especialmente entre los clientes industriales. Por el contrario, la demanda de energía en el sector de los hogares no se vio muy afectada por la crisis energética.
Mientras que en algunos Estados miembros aumentó la adopción de contratos de precio fijo (en comparación con 2021), en otros, los clientes pasaron a contratos de precio variable u otro tipo de contratos de precio.
El número de quejas de los consumidores aumentó también durante la crisis de 2022. Trece Estados miembros han implantado con éxito contadores inteligentes, mientras que cinco países aún no han comenzado a hacerlo. Por tanto, no todos los consumidores tienen las mismas oportunidades de participar activamente en los mercados energéticos.