Fuente: El Economista
Eurelectric, la patronal de las grandes eléctricas europeas, ha realizado una primera valoración sobre la propuesta de reforma del mercado mayorista de electricidad presentada por el eurodiputado socialista, Nicolás González.
La medida asegura toca varias líneas rojas que en opinión de las compañías no se deben llevar a cabo como la institucionalización del tope de precios inframarginales, que ha provocado distorsiones del mercado y ha generado muchos menos ingresos de los previstos. Así como la decisión de limitar o prohibir los contratos a largo plazo con la energía nuclear y los requisitos de cobertura obligatorios.
En la misma línea, Solar Power Europe asegura que “nos preocupa bastante la propuesta de incorporar a la legislación el límite de ingresos del mercado mayorista. En teoría, la propuesta respetaría los ingresos de los PPA, pero esto ha resultado imposible de aplicar en la práctica”. Además, en opinión de la patronal fotovoltaica, la propuesta deja demasiada flexibilidad a los Estados miembros para fijar el nivel del tope y los tipos de medidas que pueden adoptarse, lo que complica el acceso al mercado interior.
Ambas patronales aplauden también algunas de las propuestas como la previsibilidad en la inversión en redes, la mayor transparencia para los contratos a largo plazo.
Maria Graça Carvalho, ponente alternativa del Parlamento Europeo, aseguró ayer que “estoy totalmente en desacuerdo con la idea de un tope a escala europea de los ingresos de mercado de las tecnologías inframarginales. Esta medida desincentivaría el ahorro energético por parte de los consumidores y la inversión por parte de la industria, concretamente en renovables”.
Asimismo, el ponente alternativo de los Verdes, Michael Bloss (Alemania), ha mostrado sus discrepancias con el ponente español por considerar que pretende convertir en permanentes los mercados de capacidad basados en gas natural, nuclear y carbón, fuentes energéticas que, como consecuencia, serán receptoras de fondos públicos a largo plazo.
Bloss se refiere a la enmienda 29 del texto propuesto por González Casares, que plantea que se necesita una generación flexible de respaldo (back-up) con una cuota creciente de renovables en el mix eléctrico. En este sentido, para facilitar la integración de una proporción creciente de generación renovable, los mecanismos de capacidad deben considerarse un elemento “estructural” en los mercados nacionales.
Esta situación permitiría que la nuclear francesa o los ciclos combinados españoles pudieran tener una vida más duradera gracias a estos mecanismos pero, a la vez, sirven para garantizar el suministro mientras el desarrollo de almacenamiento no sea capaz de afrontar la intermitencia de las renovables.