Fuente: El Economista
España necesitará 3,5 GW de potencia firma hasta el año 2030 para poder garantizar la seguridad de suministro eléctrico. Esta es la conclusión a la que llega la Comisión Nacional de Mercados y Competencia tras haber llevado a cabo los análisis para determinar los parámetros que servirán para el lanzamiento de un mercado de capacidad en nuestro país que sirva para impulsar dichas inversiones.
La legislación europea obliga a disponer de un estándar de fiabilidad para poder aplicar los mecanismos de capacidad que se dispone a lanzar el Gobierno. Dicho estándar debe ser fijado por el estado miembro y se calcula usando el llamado valor de carga perdida (VoLL) y el coste de la entrada de nuevas empresas (CONE).
Según el análisis de la CNMC, como tecnologías estándar se eliminan los residuos y la biomasa (no se puede calcular un coste estándar) y la respuesta de demanda porque está en una fase incipiente y tiene poca participación a excepción del SRAD (las interrupciones de suministro a la gran industria).
La CNMC considera que son tecnologías descartadas como nuevos entrantes la nuclear y el carbón por sus planes de cierre y los ciclos combinados porque se descarta la construcción de nuevas instalaciones.
Así, el organismo regulador limita las tecnologías elegibles y fija los factores de disponibilidad de la fotovoltaica (3%), solar térmica (2-22%), la eólica (15%), el bombeo hidráulico (82%), el almacenamiento de baterías y la prolongación de vida de los ciclos combinados (82%) y la cogeneración (42%).
Estas tecnologías deben permitir aportar entre 1,5 GW y 2 GW en 2025 y 1,5 GW en 2028. Para 2030 ya no sería necesario añadir capacidad.
La propuesta del VoLL calculada por el Ministerio es de 22.879 euros/ MWh.