Fuente: Invertia
Defraudar, a veces, no sale tan caro. Los enganches ilegales a la red eléctrica en España se han triplicado, según datos del sector eléctrico. Aunque se reconozca como un delito pinchar la luz sin haber ni un contador ni una comercializadora por medio, la realidad es que las sanciones son mucho más leves que en otros países vecinos.
“Se podría decir que en España vivimos una ‘excepción ibérica’, somos el único país de nuestro entorno que no toma medidas drásticas para parar un fenónemo que en pocos años se ha disparado”, explican a EL ESPAÑOL-Invertia.
Tanto es así que “hasta las mafias de otros países vienen a España para montar naves industriales con plantaciones y con conexiones ilegales a la red de distribución”.
Y no solo es una cuestión de dinero, está en juego la seguridad del sistema. “Los enganches ilegales pueden ser muy peligrosos. Muchas veces hemos visto cómo se provocan cortocircuitos, incendios, sobrecargas en la red eléctrica, daños graves a equipos y electrodomésticos e, incluso, electrocuciones, tanto para quienes los realizan como para los vecinos”.
Pérdidas económicas
“Hay que detectar dónde se producen esos enganches ilegales, y luego el procedimiento es largo hasta que finalmente se desarticula ese abuso”.
Por ejemplo, las manipulaciones de instalaciones eléctricas vinculadas a plantaciones de marihuana casi han crecido un 70%, según datos de Endesa. En concreto, tan solo el pasado año, e-distribución, la filial de redes de esta compañía, desmanteló una cifra cercana a los 150 fraudes al día.
Delito del enganche
Los enganches ilegales están tipificados como delito en el artículo 255 del Código Penal. La pena de multa va de 3 a 12 meses, pero si la cuantía de lo defraudado no excede los 400 euros, se impone una pena de multa de 1 a 3 meses.
Las estimaciones indican que el fraude eléctrico le cuesta al conjunto de los consumidores españoles más de 2.000 millones al año, el equivalente a 69 euros al año por cada punto de suministro. Y entre 2022 y 2023, Naturgy sumó más de 9.300 casos de fraude eléctrico.
Las plantaciones de marihuana y grandes consumos vinculados a la actividad industrial y los negocios acapararon el 74% de la energía defraudada detectada durante el pasado ejercicio por la filial de Endesa. La otra cuarta parte correspondió al sector residencial, aunque sólo el 2% se localizó en las viviendas con un consumo más bajo, con una potencia contratada inferior a los 3 kilovatios (KW).
Plantaciones de marihuana
Una de las últimas redadas ocurrió el pasado jueves. La Policía Nacional llevaba a cabo, en Granada y Motril, durante el mes de diciembre un total de 17 operaciones contra el tráfico de drogas a pequeña y gran escala, las cuales se han saldado con la aprehensión de una cifra que supera las 7.180 plantas de marihuana. En diciembre pasado, se detectaron 16.594 plantas de marihuana en 23 viviendas de la ciudad de Granada también.
A pocos kilómetros de esta ciudad, en el municipio de Diezma, el pasado 9 de enero, Guardia Civil y Endesa detectaron fraude eléctrico masivo también por plantaciones de marihuana. La operación, ejecutada de forma conjunta, descubrió, al menos, nueve fraudes, según confirmó la compañía eléctrica.
Los vecinos de Diezma sufrían cortes de luz desde hace meses y era como consecuencia de la sobrecarga de red por los pinchazos. Una vez finalizado el abuso por las operaciones contra el fraude por marihuana, tuvo un efecto inmediato con el descenso del 50% de la energía demandada en el centro de transformación que abastecía a la zona y la reducción del 90% de incidencias en la zona.
Pero no ocurre solo en Granada. Las zonas donde más enganches ilegales hay son Cataluña, Madrid, Sevilla y Granada.
En Sevilla, determinados barrios sufren desde hace meses cortes de luz y todo apunta como principal causa a los enganches ilegales. El Gobierno andaluz reconoce que “no parece que los cortes de suministro sean por falta de potencia, sino que la potencia que se consume es superior a la contratada”. Una circunstancia que sólo puede obedecer a los enganches ilegales.
El fraude y la digitalización
Para combatir este fraude eléctrico, las compañías eléctricas han desarrollado una serie de técnicas y herramientas de lo más efectivas, especialmente con la incorporación de la digitalización. Desde el uso de medidores inteligentes hasta software especializado, la detención de los enganches ilegales son mucho más rápidos, al contar con un sistema robusto a la hora de identificar irregularidades en el consumo de energía.
El análisis de datos juega un papel muy importante también en la detección de fraudes eléctricos. Las compañías eléctricas utilizan sistemas avanzados para monitorizar patrones de consumo e identificar posibles anomalías.
Este análisis ayuda a detectar no solo conexiones ilegales individuales, sino también tendencias más amplias de fraude en la red que permitan afinar los objetivos de una investigación de campo.