Fuente: El Economista
Las comercializadoras independientes y la Comisión Nacional de Mercados y Competencia han abierto esta pasada semana un frente común contra las eléctricas tradicionales por el incremento de la cuota de mercado de estas compañías durante el año 2022.
Ambas partes aseguran que el poder de mercado de estas compañías se ha incrementado y reclaman la celebración de subastas de energía inframarginal, tal y como el propio gobierno introdujo en la normativa de las medidas contra la crisis de Ucrania como en la regulación de la futura tarifa PVPC.
Pese a estas afirmaciones, las grandes compañías se defienden indicando que el mercado español es uno de los más abiertos de Europa y que los clientes españoles se encuentran entre los que disfrutan de un mayor grado de libertad a la hora de elegir compañía.
Menor concentración
Para demostrarlo, las empresas se remiten a los informes que realiza el organismo supervisor europeo, ACER que, efectivamente, en su balance anual sobre el mercado europeo reconoce que España es uno de los países en los que se registra un mayor número de cambios de suministrador y aseguran además que estos movimientos se han incrementado.
El regulador además en su análisis de competencia indica que el nivel de concentración está entre los más bajos de Europa.
Para ACER los aumentos en los cambios de comercializadora se han producido por la existencia de un precio regulado de la electricidad indexado a los precios del mercado spot, que el PVPC, indexado a los precios del mercado al contado, era superior a los precios del mercado no liberalizado y, más concretamente, a las ofertas de precio fijo y que los proveedores independientes sin cobertura no podían ofrecer precios competitivos como los proveedores con cobertura o como empresas integradas verticalmente que se beneficiaban de la cobertura natural.
Otro dato importante que aporta el informe del regulador europeo es que en 2022, la proporción de hogares pobres en energía varió significativamente en los distintos Estados miembros, aunque los datos no están ampliamente disponibles.
Según ACER, en España, los niveles declarados de pobreza energética son los más bajos, con aproximadamente el 5% de los hogares en situación de pobreza energética. En Irlanda, casi uno de cada tres hogares (29%) se consideran pobres energéticamente según los datos de la autoridad nacional regulatoria. Eslovenia (7,2 % de hogares en situación de pobreza energética), Francia y Gran Bretaña (13 %) se sitúan entre estos dos países.