Fuente: El Economista
La tasa que pagan las eléctricas que gestionan centrales nucleares —a la sazón, Iberdrola, Endesa, Naturgy y EDP— aumentará casi un 30% a partir del 1 de julio. El Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha aprobado este martes la subida a 10,36 euros por cada megavatio/hora (MWh) de la tarifa fija unitaria relativa a la prestación patrimonial de carácter público no tributario mediante la que se financia el servicio de Enresa, la entidad pública que gestiona los residuos radiactivos. La subida ha terminado por ser algo inferior al plan inicial de Transición Ecológica, que pretendía elevar en un 40% la tasa a 11,14 euros/MWh.
Según detalla el departamento que dirige Teresa Ribera, en aplicación del principio “quien contamina paga“, la actualización de la prestación “permitirá cubrir los costes del desmantelamiento de las centrales nucleares, una vez que se produzca su cese definitivo de actividad“.
Por otro lado, también atenderá la gestión de sus residuos y del combustible nuclear gastado, incluyendo su depósito definitivo en un Almacén Geológico Profundo, según contempla el VII Plan General de Residuos Radiactivos, aprobado el pasado diciembre.
Las actividades para desmantelar las centrales y almacenar el combustible gastado y los residuos radiactivos que han producido durante su explotación y desmantelamiento, deberán desarrollarse hasta el año 2100. El Ministerio afirma que, por tanto, existe un importante desfase temporal entre el momento en el que las centrales abonan la prestación –mientras se encuentran en explotación– y el periodo, mucho más extenso, en el que se produce el gasto, “de modo que la prestación debe tener el valor necesario para evitar déficits [en las arcas públicas] posteriormente”, detalla.
Rebeldía
El Foro Nuclear, representante de la industria española, cargó contra el VII Plan nuclear del Gobierno. Según denuncian, los costes adicionales de este Plan —valorado en más de 20.220 millones de euros— suponen un cambio sustancial frente a las condiciones en las que se alcanzó el Protocolo para el cierre de las centrales en 2019 entre Enresa y las centrales nucleares para su funcionamiento. En este, se acordó incrementar la tasa en un máximo del 20%. Cabe recordar que, tras dicho aumento, el conjunto del parque nuclear español aporta cada año al Fondo Enresa del orden de 450 millones de euros.
La decisión del Ejecutivo de instalar un almacén temporal descentralizado en cada una de las centrales de Endesa, Iberdrola, Naturgy o EDP supondrá un fuerte incremento de los costes previstos frente a la opción anterior de contar con un almacén centralizado en Villar de Cañas.
Comienzan los trabajos en Almaraz
Este martes también se ha hecho público que Enresa ha iniciado el proceso de licitación de los servicios de ingeniería para desmantelar la central nuclear de Almaraz (Cáceres), propiedad en un 52% de Iberdrola Generación Nuclear; en un 36% de Endesa Generación y de Gas Natural Fenosa Generación en un 11%. La entidad ha presupuestado la operación en cerca de 28 millones de euros con un plazo de ejecución de cinco años, según se desprende de la Plataforma de Contratación del Estado.
El objeto del contrato es la prestación del servicio de ingeniería para el desmantelamiento de la central nuclear cacereña, con objeto de realizar los estudios y la ingeniería de diseño, especificaciones y proyectos de obra y la preparación de la documentación para la autorización de la misma.