Fuente: El Periódico de la Energía
El pool eléctrico podría situar sus precios por debajo de los 50 euros el megavatio hora a nivel promedio en julio, e incluso perforar los 40 euros, ante una demanda moderada, acompañada de una inyección de viento media-alta, de tal manera que supere el 25% del consumo, incluso acercándose al 30%, aunque quedará sometido a las volatilidades actuales del mercado.
La volatilidad “permanecerá embebida en los mercados”, en los cuales también preocupa la competencia con Asia por el gas natural licuado. “Aún existe mucho nerviosismo en los mercados del gas, ya que cualquier corte no planificado durante el habitual programa de mantenimiento de verano va a desencadenar nuevamente temores sobre el suministro”, debido a que “Europa necesita ver sus reservas al cien por cien, ya que es la única manera de enfrentarse a un potencial invierno gélido sin el apoyo continuo y seguro del gas ruso”
El pool eléctrico
Respecto a la “rivalidad” de Europa con Asia en este mercado, “las importaciones asiáticas de gas natural licuado se mantienen sólidas, debido a la fuerte demanda de refrigeración en medio de las altas temperaturas, especialmente en India, donde se han superado los 50 grados”.
Así, “Asia sigue siendo un destino más rentable para el combustible líquido, donde la prima ofrecida por el Japan Korea Marker (JKM) sobre el TTF se ha ampliado, cotizando en los 1,35 dólares por millón de unidades térmicas”.
Una subida que encuentra su principal motivo en una falla que tuvo lugar en una tubería de la plataforma Sleipner Riser, que interrumpió las operaciones en la enorme planta procesadora de Nyhamna, ubicada en Noruega, país que en 2022 proporcionó el 26% de todo el gas natural consumido en Gran Bretaña y la Unión Europea, lo que lo convierte en “el mayor proveedor del Viejo Continente y en un punto sensible para el mismo”.
En este sentido, estos vaivenes en el campo del gas se han manifestado en los futuros eléctricos, con los cuales “existe una gran correlación”. No obstante, en contra de lo que se pudiera intuir, se puede observar un dominio de la tendencia bajista. Así, el próximo trimestre es el que menos cae, dejándose 6,45 euros el megavatio hora –un 7,70%–, desde los 83,75 euros.
A partir de este punto, el cuarto trimestre del presente año pierde un 12,50 por ciento –11,50 euros el megavatio hora–, situándose en los 80,50 euros el megavatio hora. Posteriormente, los primeros tres meses del próximo año 2025 bajan un 12,04%, desde los 81 hasta los 71,25 euros el megavatio hora y, finalmente, la próxima primavera se deprecia un 9,22%, ubicándose en los 48,33 euros el megavatio hora.
Estos futuros parten de un inicio del mes de junio en el que el pool “se ha disparado”, alcanzando una media de 57,43 euros el megavatio hora, cifra que casi multiplica por dos el promedio de mayo –30,40 euros el megavatio hora– y supera en más de cuatro veces el nivel logrado el pasado abril –13,67 euros el megavatio hora–, mínimo histórico absoluto.
Sin embargo, “en el caso de que la tecnología verde más desequilibrante y la cual ha ayudado a corregir este desbalance, el viento, aporte por debajo del 20% de la demanda, los precios podrían ser impulsados por encima de los 70 y 80 euros el megavatio hora de cara al próximo trimestre”.
Por otro lado, los precios del brent se situarán con alta probabilidad entre los 76 y 82 dólares por barril de cara al próximo trimestre, presionados por altas tasas de interés y sostenidos tanto por los actuales recortes de la OPEP como por la temporada de conducción en el hemisferio norte.
“La sensación actual que transmite el brent es de debilidad absoluta, la cual se muestra en sus precios, que han alcanzado los 75,33 dólares por barril, mínimo desde el pasado 13 diciembre, retrocediendo así un total de 15,50 dólares –un 16,65%– desde mediados del pasado abril, mes en el que alcanzó el máximo anual de 93,12 dólares por barril”
No obstante, “al aplazar las primeras subidas de producción hasta octubre y condicionarlas a las situaciones futuras, el cártel se ha dado cierta flexibilidad, por lo que ha lanzado una clara indicación de que quiere seguir manteniendo el control del mercado petrolero”.