Fuente: El Economista
El contexto geopolítico pone a la UE en guardia para garantizar su cadena de suministro, especialmente en un sector tan sensible como el energético. El fondo europeo de rescate (el Mecanismo Europeo de Estabilidad, ESM por sus siglas en inglés) advierte de la amenaza que supone el conflicto en Oriente Medio para el suministro energético de la UE, que ha aumentado su dependencia de gas respecto a los países de la región desde que decidió cortar lazos con Rusia.
En un artículo sobre el efecto mariposa de los conflictos geopolíticos, los expertos del fondo de rescate advierten de que una escalada del conflicto palestino-israelí pondría el riesgo la seguridad energética del bloque. “El Estrecho de Ormuz es un punto de paso crucial para el tránsito energético mundial, ya que por él pasa diariamente el 30% del petróleo del mundo y el 20% del comercio mundial de gas natural licuado“, evidencia el organismo.
Esta coyuntura propicia que los cuellos de botella que se generen en esta ruta podrían tener repercusiones directas tanto sobre el precio del petróleo como del gas y, potencialmente, “en el suministro energético de la zona euro, dada la creciente dependencia de los países europeos respecto a la región”, apunta el artículo.
El cambio lo ha propiciado por la invasión militar rusa de Ucrania. Tiene que ver con la decisión del bloque de romper con el suministro de hidrocarburos procedentes de Moscú y del Kremlin de cortar el abastecimiento de gas al bloque. Es por ello que, recientemente, “los países más grandes de la zona del euro han firmado múltiples contratos a largo plazo con Qatar para el suministro de 10 toneladas métricas de gas natural licuado al año, empezando desde 2026″, apunta el documento.
“Aunque la zona del euro mejoró su resiliencia al eliminar progresivamente el gas ruso, corre el riesgo de aumentar la dependencia de otros países y de rutas de transporte más largas“, ha advertido el Mecanismo Europeo de Estabilidad.
La inestabilidad en la región tiene que ver también con la actividad de grupos paramilitares, cuyos ataques podrían tener un impacto inmediato sobre los precios del gas y del petróleo, analiza el artículo. Es un riesgo al alza para la UE si se inclina por aumentar las importaciones de gas natural licuado de la región.
“Según nuestros cálculos, el bloqueo de un buque que transporte gas natural licuado a Europa equivaldría a más del 1% del suministro mensual de gas ruso antes de que se produjera el bloqueo”, apunta el análisis. Un riesgo que se reduciría acelerando la transición energética y diversificando el aprovisionamiento hacia otras regiones.
Los expertos consideran que el comercio marítimo es un punto débil de la economía que puede verse fácilmente dañado. Además, consideran que el deterioro de las cadenas de suministro debido a riesgos geopolíticos puede tener implicaciones para el crecimiento económico y para la estabilidad financiera.
Si bien Europa trabaja por diversificar su cadena de suministro, sigue habiendo vulnerabilidades que requieren una “estrecha vigilancia” para detectar y mitigar lo antes posible los riesgos para la actividad económica.