Fuente: El Economista
El pasado 21 de julio, el Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO) activó 280 millones de euros en ayudas para proyectos innovadores de almacenamiento energético a través de dos líneas: una destinada a almacenamiento independiente (stand-alone) y térmico, dotada con 150 y 30 millones respectivamente, y otra para proyectos de bombeo reversible en centrales hidroeléctricas, dotada con 100 millones, cuyas bases reguladoras están incluidas en la Orden TED/807/2023, de 17 de julio, con cargo al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR). Sucríbete a la revista elEconomista Energía. Ya está disponible una nueva edición con toda la información del sector.
Dichas ayudas, gestionadas por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) y abiertas desde hace poco más de una semana, se suman a otros programas de apoyo al almacenamiento detrás del contador, a la hibridación con instalaciones de renovables o a experiencias pioneras de I+D.
La dotación económica de las ayudas dependerá del tamaño de la empresa adjudicataria, así como de la tipología del proyecto presentado.
Las instalaciones stand-alone deberán estar conectadas a las redes de transporte o distribución de electricidad. Esta línea de ayudas también incluye presupuestos específicos para Canarias (15 millones) y Baleares (4 millones).
En el caso del almacenamiento térmico -calor sensible, latente o termoquímico-, los proyectos deberán estar conectados directamente a una instalación de producción renovable que destinen la energía final a usos térmicos (calefacción y refrigeración).
El plazo de recepción de solicitudes para esta doble convocatoria se abrió el pasado 20 de septiembre y estará operativo hasta el 18 de octubre.
En el caso del almacenamiento por bombeo, podrán optar a las ayudas nuevas centrales hidroeléctricas reversibles (greenfield) o ampliaciones de las existentes (brownfield) que incluyan adición de nuevas unidades de bombeo y turbinación. Asimismo, se contempla la transformación de centrales hidroeléctricas en centrales de bombeo con adición de depósitos y grupos nuevos y el aprovechamiento de dos embalses existentes para agregar capacidad de bombeo.
También se permitirá la hibridación del sistema de almacenamiento por bombeo reversible con otras tecnologías de almacenamiento distintas, con el objeto de proveer otros servicios de valor añadido al sistema eléctrico, siempre que el almacenamiento se conecte a un mismo punto de conexión.
Las solicitudes para esta línea están abiertas desde el 22 de septiembre y finalizan el próximo 20 de octubre.
Tal y como recoge la normativa, podrán acceder a las subvenciones empresas, agrupaciones, universidades, centros de investigación o tecnológicos y otras entidades públicas o privadas de carácter no empresarial. Las ayudas máximas serán de 50 millones por expediente y entidad beneficiaria en las convocatorias stand-alone y bombeo reversible, y de 6 millones en la línea de almacenamiento térmico.
Los proyectos tendrán que estar ejecutados antes del 30 de junio de 2026, plazo que se extiende hasta el 31 de diciembre de 2030 en el caso del bombeo.
Un paso adelante, pero insuficiente
Para Raúl García Posada, director de la Asociación Española de Almacenamiento de Energía (Asealen), esta orden es “muy significativa”, ya que se solventan tres problemas: “La instalación de almacenamiento puede conectarse directamente a la red, por lo que se permiten proyectos stand-alone y bombeos que antes sufrían limitaciones; se incrementa la ayuda máxima por proyecto, pasando de 15 a 50 millones; y se amplía el plazo de ejecución hasta 2030 para el bombeo, creando un precedente que extiende las ayudas más allá de 2026 y que podría ser aplicable en un futuro a otras tecnologías”.
En el caso concreto de las ayudas para almacenamiento térmico para usos térmicos, desde Asealen consideran que es “muy relevante”, ya que, tal y como explica García, “se abre un camino a otras tecnologías de almacenamiento menos habituales y a un incremento de la demanda eléctrica sustitutiva de consumos fósiles térmicos. La oportunidad de simbiosis con instalaciones de autoconsumo creemos que garantizará su éxito”.
Sin embargo, a pesar de ser muy esperadas y con el deseo de que todas las ayudas sean asignadas en su totalidad, “no solventan las dificultades para el desarrollo del almacenamiento independiente”, afirma García, de ahí que Asealen reclame “un marco normativo específico para el almacenamiento, bajo un único Real Decreto, como en su momento se estableció para un avance claro y firme de las renovables y la cogeneración”, ya que con la orden actual, añade el director de la asociación, “se crea una única oportunidad para obtener un equilibrio financiero para el almacenamiento stand alone, pero no se solucionan los problemas de acceso a red de grandes proyectos, de tramitación equipada a generación renovable, de concesiones de agua, de previsibilidad o estabilidad de ingresos que no limite la financiación”.
Desde Asealen también ponen el foco en que los criterios exigentes en cuanto a duración mínima de horas, “están elevando la dificultad de participar con proyectos equilibrados en diseño técnico-económico óptimo y obtención de elevada puntuación en parámetros de externalidades”. En el caso concreto de las Islas Canarias, concreta García, “las dificultades son muy elevadas por las escasas opciones de generar ingresos que el esquema de precios de compra-venta produce en el sistema canario, así como por la inexistencia de mercados de ajustes de sistema para estas instalaciones”.
El director de Asealen aprovecha para pedir que se resuelva, “al menos provisionalmente”, la convocatoria de ayudas para almacenamiento hibridado con energía renovable, “ya que son muchas las dudas que se tienen sobre la puntuación de externalidades y su resolución serviría para que los interesados afinaran sus propuestas ajustándose lo mejor posible a los criterios”. Desde Asealen piden agilidad al Ministerio: “2026 está a la vuelta de la esquina -concluye el director de la asociación- y seguimos sin mercado de capacidad ni pagos por capacidad para flexibilidad no fósil”.