Fuente: Cinco Días
El consejero delegado de Endesa, José Bogas, volvió a negar este viernes en la junta general de accionistas que la compañía haya registrado beneficios llovidos del cielo, sino que los buenos resultados que obtuvo el año pasado, 2.398 millones de euros, de euros, un 26% más que el ejercicio anterior, se debió “a la gestión acertada de múltiples variables”.
En este sentido, apuntó que Endesa, filial de la energética pública Enel, “ha vendido su energía en línea con las medidas estipuladas por el regulador y que han fijado un tope de 67 euros MWh a las energías inframarginales”. Bogas recordó que el sector tuvo que gestionar el año pasado 74 cambios regulatorios y otros 57 en 2021.
El ejecutivo criticó el nuevo impuesto que grava el 1,2% de los ingresos y no “a unos beneficios extraordinarios que no han existido”. Endesa es una de las tres mayores empresas contribuyentes en España, con pagos por 3.843 millones de euros.
En la que ha sido la última junta del consejero delegado de Enel, Francesco Starace y vicepresidente de Endesa, que será relevado por Flavio Cattaneo el próximo 10 de mayo, Bogas aplaudió el enfoque de la reforma del mercado eléctrico propuesto por la Comisión Europea, pues evita la intervención de precios propuesta por el Gobierno español. En este sentido, pidió una reforma homogénea para todos los países y que “sea el mercado el que regule los precios”.
Sobre la revisión del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), que elabora en estos momentos el Gobierno, pidió que se revisen objetivos y todo lo concerniente a permisos en el despliegue de instalaciones de renovables.
El consejero delegado de de Endesa, no obstante, indicó que “vamos a mantener el diálogo fluido y permanente con el Gobierno y las instituciones para contribuir a que las políticas que se apliquen sean beneficiosas para la ciudadanía”.
Bogas, cuya salida de Endesa se rumorea para después de que Starace deje su cargo, agradeció a este “su continuo apoyo a Endesa y su compromiso con España y Portugal”, mercados a los que ha quedado circunscritos la actividad de la filial española de Enel. Y por “todos estos años trabajando juntos”, subrayó.
Además de los resultados y de 10 operaciones vinculadas con Enel, criticadas por algunos accionistas, la asamblea aprobó el pago de un dividendo de 1,5854 euros por acción, que se hará efectivo el 3 de julio, hasta 1.679 millones de euros, de los cuales, un 70% lo cobrará Enel.
Sobre los retrasos sufridos por los clientes de Endesa en sus facturaciones, Bogas los achacó a la implantación de un nuevo sistema y por el ingente “ingente” número de cambios regulatorios, que “han entrado en vigor al día siguiente de su publicación, sin plazo para adecuar los sistemas”.
Ante las duras críticas de los accionistas, dijo que la eléctrica ha tenido que desarrollar un nuevo sistema que ha supuesto la migración de 12 millones de contratos. Y añadió que está trabajando para regularizar la situación lo antes posible y estabilizar el proceso de facturación.
Sánchez-Calero: “Bogas seguirá, en principio, hasta 2026
La junta de Endesa, con un quórum del 84,174% del capital, aprobó el viernes la reelección como presidente de de Juan Sánchez-Calero Guilarte por otros cuatro años. Asimismo, respaldó la reelección de Ignacio Garralda, presidente de Mutua Madrileña, y de Francisco de Lacerda, exconsejero delegado de Correos de Portugal, como consejeros independientes, y la de Alberto de Paoli, director financiero de Enel, como dominical.
Sobre los cambios en la cúpula de la matriz italiana, Sánchez-Calero dijo que estos no supondrán ninguna modificación de la estrategia en Endesa y añadió que, “en proncipio”, el consejero delegado, José Bogas, seguirá en el cargo al menos hasta 2026, tras ser reelegido el año pasado.
