Fuente: El Periódico de la Energía
El Gobierno alemán teme que su industria acabe yéndose a otros mercados, principalmente EEUU tras la puesta en marcha de la Ley IRA que premia a las empresas fabricantes a instalarse en suelo norteamericano.
Es por ello que el ministro de Economía, Robert Habeck, anunciara el pasado viernes la propuesta de establecer una tarifa especial de energía eléctrica para la industria electrointensiva germana.
Se trata de un precio fijo de seis céntimos por kWh, o lo que es lo mismo, unos 60 €/MWh, un precio que por ejemplo se propuso en España desde el sector nuclear para la tarifa PVPC en el otoño de 2021 para hacer frente a la crisis energética, medida que fue rechazada por el Gobierno.
Pero su propuesta va más allá. Realmente es un tope de precio al que se acogerá la industria electrointensiva, el resto hasta cubrir el precio real de la electricidad si es más cara lo tendrá que poner el Estado.
“La industria debería beneficiarse de la electricidad barata de las energías renovables”, dijo Habeck durante la presentación de la medida el pasado viernes.
A toda Europa
También pretende el gobierno de Olaf Scholz que esta medida de implante en todo el territorio europeo, no sólo en Alemania y así hacer más fuerte y competitiva a la industria europea.
Para poder recibir esta ayuda, el gobierno alemán propone que además de ser una industria electrointensiva, o que vayas a ser industria verde (electrolizadores, baterías, etc), la empresa se comprometa a reducir las emisiones drásticamente a 2045 y a no reubicar sus factorías en el futuro.
Esta propuesta la elevará Habeck en próximos consejos europeos para que se analice y se pueda desarrollar en un futuro en el conjunto de la Unión Europea.
Justo ahora es vital que la industria sea competitiva y eso sólo se consigue energía barata.