Fuente: El Economista
La primavera estado marcada por cinco borrascas con nombre que, más allá de la molestia, han puesto a funcionar las plantas energéticas de la península a pleno rendimiento. Los datos recopilados por el Operador del Mercado Ibérico de Energía (OMIE) indican que entre marzo y abril de 2024 la producción de energía hidráulica en abril y marzo ha anotado máximos en 8.029 gigavatios/hora (GWh), unos niveles que no se registraban desde hacía ocho años, cuando la electricidad generada alcanzó los 8.317 GWh.
Aunque la primavera de 2024 ha sido excepcional y se ha colocado por encima de los niveles medios de producción -situados en los 5.414 GW/h-, los últimos dos años han estado marcados por las sequías. Esta falta de agua ha limitado en gran medida la capacidad de las hidroeléctricas que en esta misma época produjeron un 62% menos en 2023 y un 68% menos en 2022.
Más allá de la primavera, la climatología ha estado movida desde finales del año pasado. Desde octubre, España ha sufrido 17 borrascas con nombre, frente a 14 del año pasado. El tiempo adverso provocó que durante el invierno los embalses se fueran llenando. Según los datos de Red Eléctrica, las reservas hidroeléctricas hasta abril rozan los 14.000 GWh, frente a los 9.446 GWh de todo el año pasado. Por otro lado, el viento generado por los temporales también fomentó la producción eólica.
Tormenta perfecta
La suma de ambos factores está detrás de los precios históricamente bajos que se han visto los últimos meses. El mercado eléctrico anotó en abril de este año por primera vez precios de la energía negativos. Este hito ha sido el colofón a una primavera de precios históricamente bajos: de 13,3 euros/MWh de media en abril de 2024, frente a 102,34 euros/MWh del mismo mes en 2022, en plena crisis energética por la invasión a Ucrania, según los datos de OMIE.
Las firmas especializadas en el mercado eléctrico afirman que esta tendencia de precios deriva de un efecto péndulo por el funcionamiento del sistema en los años previos. Por un lado, los precios anormalmente altos del gas marcaban en buena medida los costes energéticos diarios y aceleraron las inversiones para la puesta en marcha de tecnología fotovoltaica. Una vez superada la escalada en vertical del gas, el precio está determinado por las renovables, en particular la fotovoltaica durante las horas de sol, con valores de generación mucho más bajos que las energías convencionales.
A este hecho se suma la entrada de la hidroeléctrica en el sistema en un año particularmente húmedo, una situación que desde el sector ven como excepcional, pero que ha dejado la producción energética de lo que llevamos de año muy por encima de la demanda. Las previsiones de AFRY estiman que tanto en el corto como en el medio plazo, la frecuencia elevada de precios cercanos o por debajo de cero euros/MWh va a depender mucho de patrones climáticos como la lluvia o el viento.